Con un ritmo vertiginoso propio de las películas de Guy Ritchie, pero por momentos abusa de lo irreal de las situaciones, pero a pesar de ello logra mantener expectante y entretenido al espectador. La trama se desenvuelve alrededor de la incorporación de un grupo de soldados de elite que tendrán la casi imposible misión de destruir una serie de barcos que se encargan de suministrar provisiones a los submarinos alemanes que están inclinando la guerra hacia los alemanes. Los mismos se encuentran en una isla neutral y hasta allí deberán llegar nuestros héroes y completar su casi imposible misión. Hay mucha acción, muertes y una serie de situaciones que irán cambiando poco a poco el plan inicial. Las actuaciones son correctas logrando un producto que como mero entretenimiento cumple lo que promete.