Esta es la típica película de terror que no es capaz de aguantar el ritmo y se "rompe" en su último tramo. Es una lástima.

Pensé que me había topado con otra pequeña joya (hecha con poco presupuesto y mucho amor por el género) disfrutando su primera hora de metraje. Estaba realmente disfrutando de una trama sencilla, pero llamativa por su ubicación, de sus actuaciones, de su música tan apropiada y su ambientación tan simple y, a la vez, cuidada. Parecía un soplo de aire fresco en el subgénero de las posesiones. Seguía con bastante interés el destino de nuestra protagonista, pero en un momento dado... Todo se tuerce.

Empiezan los fuegos artificiales (y los efectos especiales) y puede parecer lógico que haya una especie de clímax... Pero los acontecimientos empiezan a ir demasiado rápido y los giros de guion un poco absurdos le hace perder toda la verosimilitud (dentro del universo propuesto por el director, obviamente) y la "magia" que se había creado anteriormente.

Aún así, me parece una película recomendable y el director una persona a tener en cuenta en futuros proyectos.