Antes que nada comentar que lo primero que me vino a la mente según avanzaba la película, es otra más oscura llamada Very Bad Things, una despedida de solteros en Las Vegas que se desmadra, esta parece una burla de la anterior.

Desde pequeño he visto este tipo de pelis donde se reúnen un grupo de amigos de la infancia para hacer algo especial, y la verdad es que los envidio, porque yo me pasé mi adolescencia cambiando de casas y de colegios, e iba dejando los amigos atrás y pasando al cajón de los recuerdos. Una experiencia así tendría que ser muy bonita a la vez que interesante. Pero pasemos al film, que es a lo que estamos. La sopresa de Resacón en Las Vegas, es que funciona como un flash-back, osea, ya todo ha ocurrido, ahora es cuestión de sorprender al espectador, mostrando como y cuando. Ahí radica el éxito de esta cinta en mi modesta opinión. Conoces a los cuatro protagonistas, ves que se parecen lo que un huevo a una castaña, y que se aproximan problemas y gordos, nada más llegar a recepción y montar el número de tú pagas y ya arreglamos.

Todd Phillips de forma inteligente, comienza la película por el final, de tal forma que la peli nunca se vuelve predecible, porque jamás adivinarás como sigue. Y a medida que va avanzando te vas encontrando situaciones dantescas, increíbles y difíciles de olvidar. Si a esto le incrustamos esos personajes tan peculiares, como el Doctor Maricón, jajajaja y el gran comediante Zach Galifianakis, (sus diálogos son para hacerselos escuchar varias veces), ni parpadeaba para preguntar chorradas y sus golpes cómicos con el peque son geniales.

La recomiendo para pasar un rato muy entretenido, hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una comedia inteligente.