De vuelta a casa

No me sorprende que en el momento de escribir esta crítica haya solo, otras tres más, aparte de la mía. DE VUELTA A CASA es... Como una cosa bondadosa, delicadamente parecida a una nube de algodón, y con menos espíritu que un barril de detergente en polvo, adecuado para desincrustar las manchas más difíciles de la colada infantil. Deja una sensación a ya vista, pero mejor contada, y... a... a ver cómo lo digo, porque su simpleza y sus buenas intenciones, se mantienen tan unidas que sería conveniente no enfadar a la primera ni ofender a la segunda.

No cuenta nada, no produce emoción alguna, y ese argumento resulta tan creíble, como narrar la historia de una manada de cervatillos volando de flor en flor.

En el debut de la realizadora Hallie Meyers-Shyer, hija de los directores Nancy Meyers y Charles Shyer, se busca una reflexiva comedia familiar, que se aleje de los tópicos de las comedias románticas, pero es precisamente eso en lo que se termina convirtiendo.

Reese Witherspoon es Alice, una madre de familia que ronda los 40 años y está recién separada, por las mañanas lleva a sus hijas al colegio y después trata de echar a andar su carrera como decoradora de interiores.

La noche de su cumpleaños sale de fiesta con sus amigas la cual terminan en su casa con tres jóvenes cineastas a los que conoce en un bar, ellos buscan que su premiado corto sea convertido en un largometraje, y encuentran apoyo en la mamá de Alice (Candice Bergen) una actriz retirada que fue la musa de su fallecido marido, un aclamado director y padre de Alice, ofreciéndoles alojarse en la casa de su hija, lo que les traerá algunos problemas.

El inicio es prometedor, una breve introducción a la figura del padre cineasta pasando al presente de la madre que lleva a las hijas a la escuela, dos secuencias que funcionan y que encuentran a una actriz como Reese Witherspoon en su esencia, junto a las dos pequeñas que lo hacen realmente bien.

Al poco tiempo se irán introduciendo el resto de los personajes, entre ellos los tres jóvenes soñadores que buscan conquistar Hollywood, donde uno de ellos buscará además conquistar al personaje de Witherspoon en una relación carente de química y gracia, así como el resto de situaciones que le suceden a los jóvenes, lo que desvía el foco de lo que debería ser lo importante en el relato, la evolución de Alice ahora como madre soltera a sus 40 años.

Pasando la mitad del metraje el relato se empantana y todo tiene poco desarrollo a partir de ahí, las reacciones de los jóvenes intrusos ante la situación familiar se sienten forzadas y solo uno de ellos, el guionista, encuentra natural cabida en un relato que comete el gran error de desperdiciar al personaje de Candice Bergen en una película con cierto encanto y algunos buenos momentos, que ponen a su directora lejos de la gracia de las películas de su madre.


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En Home Again, Reese invita a tres chavales que conoce en un bar a su casa y les insta a habitar en ella sin cobrarles alquiler para que puedan trabajar en su peliculita. Los personajes además de inverosímiles son increíblemente irritantes y maleducados, destacando al "líder" de la pandilla. Insufrible.
Nada en esta película es mínimamente creíble, ni siquiera que haya llegado a ver la luz.

Sin lugar a dudas, la comedia romántica puede ser definida como un “mal necesario” en el séptimo arte, de esta forma, un sinnúmero de películas de “medio pelo” desfilan en cartelera con el único afán de entretener por un rato a un público poco exigente que ya sabe a lo que va desde el momento en que compra su boleto. Este es el caso de Home Again, escrita y dirigida por la debutante Hallie Meyers-Shyer, hija de dos directores habituales en este tipo de cintas: Nancy Meyers (The Intern, It’s Complicated) y Charles Shyer (Alfie, Father of the Bride).

Después de un doloroso divorcio, Alice decide mudarse con sus dos hijas de Nueva York a Los Angeles para vivir en la casa que su difunto padre le heredó. Sin embargo, ser la hija de un reconocido director de cine no será suficiente para abrirse camino por su propia cuenta, por lo que la crisis de sus recién cumplidos 40 será difícil de superar. En una noche de copas, Alice conoce a Harry, Teddy y George, un grupo de veinteañeros que están iniciando su carrera en el séptimo arte y a quienes su carisma les vale para que la mujer decida hospedarlos en una casa de huéspedes que forma parte de su vasta propiedad. Inevitablemente, y a pesar de la diferencia de edad, la atracción entre Alice y Harry llevará a algo más, situación que complicará aún más las cosas cuando el arrepentido exesposo intente recuperar a su familia.

De esta forma, el trabajo de Hallie es un experimento que intenta jugar con la complejidad que caracteriza a las relaciones interpersonales de la actualidad. Por una parte, tenemos a la madre soltera quien, ¿Por qué no?, a sus recién iniciados cuarenta es lo suficientemente atractiva para ser la manzana de la discordia entre un grupo de jóvenes a los cuales les lleva trece años. Además, está la madre open mind que no tiene reparos en que tres hombres vivan con su hija y nietas bajo el mismo techo. Por último, el marco es completado por unos millennials cuyo ánimo de salir de su zona de confort para triunfar como cineastas solo encuentra comparativo con el de Alice para consolidarse como una diseñadora de interiores.

Reese Witherspoon es la encargada de tomar la batuta con el personaje de Alice, un papel que para nada le es desconocido puesto que su versatilidad le da para ejecutar tanto actuaciones de Oscar (Walk the Line y Wild), como para desenvolverse sin problema en comedias ligeras y olvidables (This Means War y Hot Pursuit). En cuanto al resto del reparto, destaca la participación de Candice Bergen (quien por años destacó en la serie televisiva Murphy Brown) como la madre de Alice y Jon Rudnitsky como George, el más centrado del trío de emprendedores. Completa el elenco Michael Sheen (Passengers, Nocturnal Animals) de quien se puede ver muy poco como el exesposo que rompe con la tranquilidad del curioso hogar de la protagonista.

Es así como el laboratorio de la directora no termina por ofrecer resultados satisfactorios, ya que la historia se diluye en una serie de sub-tramas para unirse en un final cuya imparcialidad no deja claro cuál es el mensaje que se intenta transmitir. Así, a pesar de sus intentos por cambiar un poco los clichés de este tipo de cintas, la película no deja de ser la típica comedia simplona, con irrelevantes momentos de humor y actuaciones de medio pelo. No obstante, se puede decir que logra su objetivo si se le juzga como una cinta que no pretende más que divertir mientras que, de manera sutil y un tanto superficial, exhibe los nuevos parámetros que moldean a la sociedad en estos tiempos.

Calificación: TÚ DECIDES.
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Una comedia de lo más simple que me ha tocado ver en este ultimo tiempo, y no se si es bueno o no, pero siento que la película no es desagradable, pero en ningún caso es alentadora es una película como su resultado final es tan simple que pasa tan fácil que no es necesario esforzarse tanto para saber como sucederá cada paso de la historia.

En este caso la presencia de la siempre llamativa y buena actriz Reese Witherspoon que siempre sabe entregar su sello a esos papeles que interpreta, por más liviano que este sea. Lamentablemente la película no es tan convincente que resta demasiados puntos para que la actriz luzca como nos tiene acostumbrado.

En cierto punto es una película que no te diré que no veas, por que es agradable de ver tiene un buen ritmo donde no te deja mucho para la desconcentración, pero resulta ser tan obvia que quizás no te entusiasme de buena manera para soportarla en su totalidad.