Una de las más logradas películas del director británico Alfred Hitchcock que sin duda aterrorizó a más de un espectador durante su estreno mundial.

Una gran lección por parte del maestro del suspense, de como se puede hacer buen cine con muy pocos medios y mucho talento, de hecho para su realización este recurrió a hacer uso de su habitual equipo de rodaje de la ya conocida serie de televisión "LA HORA DE ALFRED HITCHCOCK" que sin duda, fue uno de los programas de mayor audiencia en EE.UU.

La película supone para Hitchcock no sólo un enorme éxito de taquilla, sino también uno de sus más logrados filmes que llevaría al estrellato de la fama por aquel entonces a un poco conocido actor como Anthony Perkins, pero que por desgracia también, la influencia de su personaje en la película supuso para Perkins su encasillamiento e irremediable declive en su carrera cinematográfica, participando incluso en las secuelas que ya nada podían aportar nada nuevo a su papel y llegó a dirigir la tercera entrega cinematográfica con resultados muy pobres.

Para aquellos que jamás la han visto, les recomiendo que la vean por que en ella verán una obra maestra, con una realización poco habitual del uso que hace de las cámaras en ángulo en picado en ciertas secuencias y la precisión de la maquinaría de un relój suizo, los títulos de credito diseñados por su habitual colaborador Saul Bass al igual que la música de Bernard Hermann ya forman parte de la historia del cine con un prestigio hecho a prueba del paso del tiempo como los buenos vinos que ganan calidad con el paso de los años.