Ghibli vuelve a firmar una cinta preciosa que si bien está lejos de las Obras Maestras del maestro Miyazaki, es tremendamente entretenida, original y mágica. En todo momento Haru nos transporta al universo donde se encuentra, y los tópicos del estudio se vuelven a repetir: Excelentes personajes secundarios, un guión muy bueno y una historia fantástica, sin más rodeos.

La animación es inferior a la de obras como La Princesa Mononoke o El Castillo Ambulante, pero igualmente notable. Y tiene momentos de auténtica magia, como la presentación de los gatos-guardaespaldas o la forma de animar a Haru en el Reino de los Gatos. Excelente cinta que sin embargo peca de un fallo enorme: Ser corta. Poco más de una hora (65 min) que se pasan excesivamente rápido, si bien por lo entretenida que resulta invita a verse varias veces.

Y es una lástima, por que la ambientación y la estética son una auténtica maravilla y daban para bastante más. Eso sí, se acerca más al estilo Disney que al de otras cintas del estudio, esto quiere decir que pese a que sigue teniendo un mensaje, el guión es bastante simplón en comparación con otras como Mononoke, Chihiro o Howl. Posee bastante humor y situaciones tremendamente surrealistas, además. En definitiva, Ghibli lo ha vuelto a hacer. Recomendadísima.