Aprovechando el tirón del personaje en la actualidad, nos llega esta película des del ya lejano 2009. Y con ella, la demostración de que Portman no nació con Cisne Negro. Ya estaba antes, y estará después, espero que por mucho tiempo...

Estamos ante una historia cruda. Emilia recibe las duras bofetadas de la vida una detrás de la otra, un drama familiar (uno de los temas eternos, sin duda, el de las familias rotas) que carga al personaje de un fuerte carácter psicológico, de ahí la dificultad de interpretar y crear el vínculo de empatía que tan bien sabe fabricar Portman en todos y cada uno de sus papeles. Destacar también el señorito William y a su madre, cerrando el círculo de personalidades dignas de mención.

Goza de una realidad asquerosamente real. Los humanos somos así. La mayoría de nosotros cargados con valores negativos, envidia, sarcasmo, ostentosos, viciosos... presenta unos problemas tan comunes en la vida real que facilmente sientes simpatia o odio por los personajes, sin duda, su punto fuerte, llevado al clímax en el caso de la protagonista.

Me causo una buena impresión, sin más. Sin grandes alardes, tampoco merecedora de grandes críticas. Interesante.

Para empezar, un pequeño matiz sobre mi forma de clasificar las películas. Considero que hay de 3 tipos:

- Las que a los 10 minutos (máximo 20) ya estás bostezando (o en el peor de los casos, roncando).
- Las que te entretienen en la totalidad del film.
- Las que te atrapan y más allá de su duración, te dejan pensando en su trama una vez finalizadas.

Shutter island es de las terceras, de las que más me gustan.
Scorsese plantea un ejercicio de máxima atención para intentar captar todos los detalles de una historia mareante en ciertos puntos, pero siempre interesante, de las que pican al espectador y te obligan a llegar al final. En mi caso, después de dos visualizaciones y la dudosa certeza de haberme quedado con todo, afirmo que es una buena película merecedora de ser vista por todo fan del septimo arte. Y recomiendo abstenerse a todo aquel que se sienta ante la pantalla para distraerse y entrenerse, puesto que está exige mucho más que dos horas de relax.


Destacar también el buen papel de DiCaprio (cada vez me gusta más este actor) y el alto nivel de los escenarios: el chaparrón que azota toda la isla, las rocosas cuevas, el faro, la angustia en la que te sumerge el tétrico Pavellón C...

Grácias por la lobotomía, Martin!

La saga Torrente es al cine lo que los huevos fritos a la gastronomia. Todos sabemos que hay cosas mejores, pero nos salvan de un apuro e incluso pueden hacernos disfrutar si están bien hechos, pero..

¿está bien hecha esta 4a entrega?

Reconozco que con la 1a y la 2a disfruté, me reí y pasé un rato entretenido. Pero a día de hoy me empiezo a preguntar si realmente me gustaban o si simplemente era un xabal de 13 años con ganas de ver cuatro tetas y escuchar chistes verdes. En la 3a no tengo dudas. Era lamentable.

Y por desgracia, esta nueva aventura de Jose Luis Torrente raya a la bajísima altura de la anterior... un cameo tras otro, forzados la mayoria de los casos (lo de Buenafuente es para morirse...) se introducen con calzador en un argumento que no levanta ningún interés en el espectador, ya que el mismo film está pensando continuamente ¿y ahora qué me invento para que salga fulanito de tal? a vale, pues con esto ya me basta...
No Santiago Segura, nos gusta reirnos, pero el cine está muy caro para conformarnos con tan poquita (y repetitiva) cosa!

Ante todo, debo confesar que siento debilidad por Portman, sobretodo desde su papel como Ivy en V de Vendetta, y aunque quizá su carrera no fuera merecedora de tal admiración, después de Cisne negro puedo afirmar sin duda que es una de las grandes de la actualidad.

Estamos ante una película curiosa, diferente, que nos plantea un contexto no demasiado habitual: un teatro de ballet, donde transcurre una historia frenética, paranoica, pero sin duda, genial. Aronofsky se saca de la manga un guión excelso, con un ritmo que te ata a la butaca sin dejarte pestañear, te manipula, te lleva por donde quiere cuando y como quiere, para finalmente explotar en un final perfecto, donde sentirás la ansia de ponerte el tutú y salir a danzar como un auténtico cisne negro, llevarte el aplauso del respetable y marcharte exhausto y satisfecho haciendo una reverencia.

Un soplo de aire fresco dentro de las salas de cine, una muy buena historia, la consagración de Natalie Portman y el brillante final son argumentos más que suficientes para que se convierta en una de las películas del año, y en una de mis favoritas, sin duda.

Imposible mostrar indiferencia después de semejante espectáculo.

Nos encontramos ante un film cargado de buenas intenciones, con un tema entre manos de esos que ablandan a la gente (delante del televisor claro está, luego se nos olvida todo...) y te dejan "tocado".
Lástima que para nada cumple las expectativas, enseguida cae en la trampa de la pesadez, es demasiado plana, demasiado lenta, demasiado aburrida.

Para nada creo que Mo'Nique sea merecedora del Oscar, su único "mérito" es su físico, puesto que el papel, en mi opinión, no entraña ninguna dificultad ni a nivel de diálogo ni, por supuesto, a nivel de interpretación.

Fuerte decepción, esperaba algo más después de las buena nota de la que hace gala en la web.