Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Isaac
1 2 3 4 >>
Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
8
29 de octubre de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un Ferrari Daytona color negro recorre las calles de Miami a toda velocidad. Suena 'In the air tonight' de Phil Collins. Sonny y Ricardo, dos policías que apenas se conocen, se aproximan hacia un encuentro incierto con un narcotraficante. Sonny se detiene para llamar a su ex mujer y preguntarle si todo lo que vivieron fue real. Después prosiguen su camino.

Se dice que un ejecutivo de la NBC escribió "MTV cops" -en una servilleta dicen algunos- pensando en una serie policial con un tratamiento visual muy moderno. El creador de la serie, Anthony Yerkovich, al mando durante los primeros episodios, y el productor Michael Mann, dieron forma a esa idea.

La escena descrita en el primer párrafo -posiblemente de las más conocidas de los 80- fue el primer ejemplo del estilo visual con el que Miami Vice se adelantaría, y por mucho, a la TV que se hacía en aquel momento pero también supone una muestra de su legado. Y es cierto: durante 5 temporadas el generoso (en presupuesto, gusto y asesoramiento) equipo de producción nos regaló innumerables escenas como aquella, con música del momento o del compositor de la serie, Jan Hammer, jugando siempre con aquel gran plató que era la Miami art-deco, tropical, nocturna y fatal en muchas ocasiones.

Pero en aquella escena Tubbs no deja de pensar en lo que le ha llevado a Miami: vengar la muerte de su hermano. Y Crockett, como ya he comentado, se detiene para llamar a su mujer y asegurarse de que no hace mucho tenía una vida normal, más allá de todo ese teatro de lujo en el que se ve metido para cazar a unos narcos a cambio del escaso sueldo de un policía. Porque Miami Vice tenía mucho, pero mucho, debajo de esa capa -la que es su legado en la historia de la TV- de serie policial con aspecto de vídeo musical de la MTV.

Los antagonistas tenían su propia historia, podían ordenar la muerte de un miserable que no paga sus deudas, y por la noche enfrentarse a sus problemas conyugales o a la realidad de que su hijo no acepta la vida criminal de su padre. Y casi nunca nos regalaban un final feliz. El sistema estaba corrupto desde el primer episodio, los débiles e incautos solían morir y el nihilismo tomaba la palabra en la tercera temporada. Porque eso era el ADN de Miami Vice: policías disfrazados de narcos, en ambientes de lujo, asistiendo a la destrucción del sistema y de sus propias vidas.

De los intérpretes destacaría a Don Johnson y a Edward James Olmos. El primero desprendía carisma por todas partes en una interpretación intensa del que, sin dudas, era el gran protagonista. El segundo es, tal cual, el mejor teniente que he visto jamás en una serie de TV. Muchas veces ni siquiera necesitaba hablar para transmitir su mensaje. Quién narices consigue eso, eh? Sólo Marty Castillo y su bigote.

Los currículum vitae de muchas estrellas actuales del cine y TV cuentan con Miami Vice como uno de sus primeros papeles importantes o directamente como su debut: Bruce Willis (antes de Luz de luna), Julia Roberts, Wesley Snipes, Benicio del Toro, Viggo Mortensen, Ben Stiller, Denzel Washington, Liam Neeson, Ving Rhames, incluso Michael Bay. En la segunda temporada les dio por invitar a músicos para interpretar papeles de todo tipo, destacando Miles Davis, Phil Collins, Leonard Cohen y Frank Zappa!

La narrativa no era nada del otro mundo, algunos de los músicos invitados a interpretar dejaban mucho que desear, en la cuarta temporada se inició un preocupante descenso de nivel y hasta cierto punto la serie fue devorada por su propio estilo y el inevitable avance hacia el final de la década.

Hace casi 4 años escribí una crítica mucho más formal pero tras una nueva revisión de la serie me he decidido a borrarla y escribir una nueva. Ni que sea para rendir otro homenaje a uno de las pocas series de aquella década que no me da vergüenza ajena revisar.

Synch
Isaac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de julio de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta difícil comentar cualquier aspecto de esta serie más allá de los personajes. Porque Six Feet Under es, ante todo, una serie de personajes. Posiblemente la más volcada en ese aspecto que he visto jamás (y la lista empieza a ser considerable.).

Durante cinco temporadas (duración casi perfecta, evitando el desgaste) asistimos a la evolución de la peculiar familia Fisher en su tarea diaria de mantener a flote económica y emocionalmente uno de esos negocios que no pueden ni siquiera tomarse un descanso: una funeraria. La muerte, como concepto, más que como liturgia de despedida, planea de forma inevitable en cada episodio, pero los personajes manejan sus vidas relativamente ajenos a ello, conectando con el espectador en la idea de que la vida debe vivirse ante la inevitable certeza de que el final será el mismo para todos.

En su primera temporada Six Feet Under nos introduce en una narrativa peculiar con mucho humor negro (que se suaviza con el paso de las temporadas) y recursos hábiles como la interacción imaginada entre los Fisher y algunos fallecidos, destacando entre ellos un gran Richard Jenkins como Nate Fisher.

Pero es inevitable centrar la crítica Six Feet Under en la familia Fisher. Desde Nate Jr, mi favorito y el alma más humana de toda la serie, un espíritu que nunca está donde debería aunque ni siquiera llegamos a saber si el mayor de los hermanos era consciente de ello o no. David es igualmente interesante pero su arco me parece demasiado marcado con su condición sexual y además prefiero la interpretación más natural de Peter Krause sobre la más metódica de Michael C. Hall.

Frances Conroy se lleva, en mi opinión aún manchada por la emoción de haber finalizado la serie hace 72 horas, la palma en cuanto a interpretación dando vida a Ruth Fisher. Pocas veces he sentido tantas ganas de decirle un par de cosas a un personaje: una mujer reprimida, mojigata, probablemente víctima de una educación acorde a todo ello, incapaz de estar sola y permanentemente atada a un hombre. Que te provoque esas sensaciones indica el gran trabajo de Conroy.

Finalmente Claire Fisher emerge poco a poco como otra favorita en este arsenal de interpretaciones. Lauren Ambrose tenía el difícil papel de cubrir la cuota de adolescente de instituto (más tarde Universidad) y tal vez le suceden demasiadas cosas pero en muchos aspectos era la "tapada" de los Fisher y en el final, en ese emocionante final, nos damos cuenta de que nadie mejor que ella podía centrar ese papel de elemento último de la familia, su miembro más libre.

Los secundarios van desde la imprescindible Brenda al necesario George aunque tampoco es todo redondo a mi juicio: Rico pierde por completo el tono jovial y atrevido de la primera temporada y su evolución no me atrae demasiado. Billy y en general la familia de Brenda no me generan demasiado interés.

No hay demasiado que contar a nivel negativo. Tal vez que es una serie bastante conservadora en algunos aspectos, una cuarta temporada bastante discreta, una BSO con la que podrían haber jugado algo más...

Dejo para el spoiler un par de apuntes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Isaac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
1 de octubre de 2013
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apenas 48h después del visionado del último episodio de Breaking Bad me atrevo a escribir sobre ella con el propósito de no parecer un enfermo convertido a la causa de Vince Gilligan. Pero es que es muy difícil. Desde hace ya un tiempo BB se considera, junto a Los Soprano y The Wire (y tal vez alguna más) en el Olimpo de las series de corte moderno. Tantas alabanzas me llevaron a verla casi entera en cuatro meses hasta ponerme al día y poder disfrutar de la última temporada al tiempo de sus emisiones en Estados Unidos para finalmente vivir esta locura que se ha despertado en el último año.

Breaking Bad nos deja 5 temporadas (o 6, si nos olvidamos de la treta comercial) rozando la perfección en casi todos los niveles. Por supuesto en el triunvirato clásico de guión, dirección e interpretación, pero también en un envoltorio técnico de primer orden (especialmente en la fotografía) y en un cuidado de los detalles que atañen a las localizaciones, sutilezas, el tratamiento del color, las metáforas, los brillantes momentos musicales y, como no, en esas intros de cada episodio, a cual mejor.

Si tras el final de la serie uno revisa aquel magnífico piloto se dará cuenta de la increíble transformación de Walter White y con ella se adhieren fácilmente todos los atributos de la serie: una interpretación extraordinaria de Bryan Cranston, del débil e inseguro profesor de química al cada vez más intratable Heisenberg. Un ejercicio de atrevimiento argumental estirando hasta el límite la figura del antihéroe en un viaje en el que coincidirá con grandes momentos de un guión sólido, unas interpretaciones que dejan huella y aquel espejo de sus actos que supone Jesse Pinkman.

Si la transformación de Walter es portentosa, no lo es menos la dimensión de Breaking Bad: de un éxito contenido y grandes críticas, a un fenómeno que ha crecido partiendo precisamente de esa fama de calidad gracias a la cual ahora somos mayoría los que hemos devorado esta monumental exhibición de Vince Gilligan y su equipo hasta en sus más insignificantes detalles.

Synch
Isaac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
8 de diciembre de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal vez el argumento y los personajes no sean nada del otro mundo: una panda de ladrones de poca monta que terminan reinando en el narcotráfico callejero de Roma bajo el liderazgo de un tipo apodado el Libanés, bien cubierto por un par de capos totalmente opuestos como son el Dandi y Freddo. En la primera temporada asistimos a la ascensión de la banda hasta convertirse en los dueños del negocio y codearse con gente de la Mafia, la Camorra y hasta los servicios secretos. Y todo mientras un pobre Comisario les persigue sin lograr apenas resultados. En la segunda temporada llega la inevitable caída, la decadencia y en especial el enfrentamiento entre personajes.

El mérito de Roma Criminal está en un magnífico casting (especialmente Vinicio Marchioni y su gélido Freddo, y Alessandro Roja que nos regala ese Dandi cuya evolución marca buena parte de los conflictos internos) y en una ambientación absolutamente formidable de la Italia de 1977 a 1989. No sólo por un tema de producción (vestuario, peinados, coches etc) sino por la fotografía: parece tal cual una serie rodada en esos años, lo cual no tiene mucho sentido pero funciona y es sorprendente ver como esta serie daría casi el pego como producto de época.

Tal vez el argumento entra en algunos bucles durante la segunda temporada pero a la vez los personajes adquieren mucha más relevancia que en la primera temporada, especialmente en el caso de Freddo, el alma de la serie y a la postre el que canaliza los sentimientos más humanos pese a su fijación por ofrecernos todos los registros posibles de un cubito de hielo.

Synch
Isaac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
20 de diciembre de 2011
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una serie que se llama "Buffy Cazavampiros" ? Y en portada aparece una rubia adolescente? Parece que trata sobre una joven repartiendo mamporros a vampiros en medio de una trama más sobre chavales de instituto. Nada de eso. La primera temporada se acerca un poco a esa idea, incluso algunos episodios de la segunda, pero ah! Llegan los episodios Sorpresa + Inocencia y cambia todo, para siempre.

Es difícil explicar el enorme culto a esta serie, de éxito menor en comparación a otras pero con un seguimiento enorme por parte de sus fans. A nivel formal todo se resume en las aventuras de una rubia adolescente y su lucha contra todo tipo de vampiros, demonios y situaciones críticas. Rodeada por sus amigos Xander, Willow, Cordelia, Anya, Tara… Incluso algunos vampiros (Angel, Spike) y sobre todo su vigilante, Giles (una especie de guía británico enviado para entrenar y supervisar a Buffy), consiguen hacer frente a todas las adversidades, bien en episodios individuales, bien frente al Big Bad, el gran rival de cada temporada.

Algunas situaciones, los efectos visuales, maquillaje y demás pueden parecer cutres, es más, lo son, pero no importa. Nuestra superhéroe es capaz de cargarse cinco vampiros por noche pero al día siguiente sufre las dudas de cualquier adolescente de instituto o universidad (la serie tiene 7 temporadas). Los personajes evolucionan de forma coherente hasta el punto de que 5 ó 6 de ellos podrían tener su propio spin off con éxito. Friends no pudo aportar más que dos temporadas de Joey. Angel (salido de Buffy) llegó hasta cinco. La información de Buffy en internet supera a otras series de mayor éxito.

Pero lo mejor está en los guiones. Estos llegan a cotas sublimes en cuanto a originalidad, diversión, misterio y atrevimiento. Porque en Buffy se pudo ver un episodio prácticamente mudo, otro musical (probablemente el más famoso), y encima justificarlo en el guión. Episodios magistrales de cierre de temporada (especialmente "El regalo"), uno muy duro, "El cuerpo" (probablemente el techo dramático de la serie) o la presentación de cierto personaje femenino de la forma más original que he visto en la TV.

Es un placer empezar a visionar Buffy, superar esa primera temporada (aunque en ella tenemos ya todos los ingredientes básicos) y parte de la segunda y empezar a enamorarte de sus personajes, de las ocurrencias del guión, de las constantes sorpresas, de los adversarios cada vez más poderosos… Personajes como Faith (otra "cazadora"), Giles, Xander, Willow (tremenda su evolución) o Spike viajan con nosotros a lo largo de siete temporadas inolvidables.

Synch
Isaac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow