Creo que Henry Koster acertó de lleno en elegir a Marlon Brando en el papel de Napoléon: su porte, tamaño y rostro, sin contar por supuesto lo gran actor que era, hacen de él el mejor Napoleón Bonaparte que yo recuerde de la historia del cine. La película, que es la adaptación de una novela, me parece sobresaliente y aunque echo en falta alguna escena bélica, consigue mantener el interés durante todo su visionado y hay algunas imágenes que se me quedaron en la memoria como la escenificación idéntica del famoso cuadro de la coronación del Gran Corso y la escena final, con un Napoleón derrotado. Se supone que es la historia de Desiree (Jean Simmons), la novia del futuro emperador antes de Josefina (Merle Oberon), pero sin duda yo recuerdo este film por Marlon Brando haciendo del gran Napoleón. En resumidas cuentas es una buena película, no la mejor de su director, pero tomando en cuenta que la época napoleónica es una de mis favoritas de la historia, yo no le pongo objeciones a "Desiree"...

A veces me pregunto por qué las películas que me gustan tienen pocas críticas... en fin. Creó que vi este film por primera vez cuando tenía 12 años y obviamente me gustó muchísimo, como cualquier película de corte histórico que transmitía la TV local y que a mí me hacían alucinar; le perdí la pista por muchos años pero siempre recordaba su evocador nombre "Por Siempre Ambar", hasta que supe que era una novela de una escritora norteamericana... Buena dirección, gran vestuario, excelente puesta en escena, actuaciones estupendas como casi en cualquier superproducción de Hollywood del momento y obvamente una interesantísima historia pero quisiera rescatar aquí la actuación de Linda Darnell que esta perfecta en su papel y además a mí me deslumbra con su belleza y no temo en equivocarme en decir que fue una de las grandes de su época y en este largometraje está simplemente magnífica.

De las películas que se transmiten por Semana Santa, ésta junto con Ben Hur son las mejores. El argumento esta bien construido y la primera hora de la película es la más interesante y emocionante aunque la historia no decae en ningún momento; las actuaciones son sobresalientes y los escenarios perfectos, pero quisiera destacar también la música. ésta es sublime en todo el largometraje y sabe ser emotiva y dramática en los momentos precisos. "El Manto Sagrado" como se le conoce en Sudamérica, es casi infaltable en la programación de películas que se transmiten en viernes santo en la televisión local de mi país y siempre será un placer verla, porque eso pasa con los buenos films, son imperecederos...

¿Por qué no es más conocida? ¿Si hubiera estado Vincent Price en lugar de Ray Milland sería más célebre? No lo sé, pero lo que sí sé es que este film es un películón y la coloco al mismo nivel que "La caída de la casa de Usher" y "El Pozo y el Péndulo". Tampoco sé si habían pensado en un principio por Price pero Milland desarrolla una gran labor como el perturbado personaje principal. Un gran argumento, buenas actuaciones, efectiva decoración gótica y escenarios lúgubres perfectamente escenificados hacen de esta película una de las grandes de su director y por ende del cine de terror clásico, y si a todo eso se le agrega la presencia de la HERMOSA Hazel Court entonces este delicatessen está a la espera de los que se animen a degustarlo... ¿A qué esperan?

"El Símbolo de la Maldad" la vi cuando tenía 9 o 10 años y me gustó muchísimo; la he vuelto a ver después de 25 años y me sigue pareciendo muy buena. Jack Palance como Atila está impresionante y Jeff Chandler cumple en su papel de romano y más allá de algunas imprecisiones históricas es una gran película épica y con la duración precisa. El que busqué rigor histórico obviamente no lo va a encontrar aquí pero al que le guste este tipo de films va a disfrutar bastante con el argumento, los escenarios simples pero bien representados y esa aura oscura propia de la época histórica que aquí están bien asimilados, como la escena del encuentro de Atila con el Papa. Den una oportunidad a esta película, bastante desconocida para muchos, que sí que la merece...