Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Claudia Andrea Contigli
1 2 3 >>
Críticas 11
Críticas ordenadas por utilidad
8
13 de junio de 2012
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su debut como actriz en la pantalla grande, Martha González encarna el rol de una arquetípica joven ("Nené") que se consume en el fuego de una pasión reprimida y prohibida. Iniciada sexualmente en forma abrupta e inmersa en los prejuicios morales de la Argentina de los años 40s, llevará hasta el final de su existencia el peso de una identidad rasgada entre lo que anhela y lo que la sociedad le impone. A su objeto de deseo, ese ser "fresco" capaz de sacudirle la inmanencia de sus días y de hacerle olvidar la opacidad de su destino -convincente rol hecho a la medida del Alfredo Alcón de los años 70s-, se le contrapone la figura de un marido gris, pero fiel y estable, quien, a diferencia de aquél, le dará a nuestra heroína la tranquilidad y seguridad de un hogar convencional. En realidad, Nené -hilo conductor de otras historias de la película, narradas en paralelo y de manera confluente, con personajes que, por sus conductas y pensamientos son caja de resonancia de la pareja protagónica-, es una mujer que, al no poder o no querer rebelarse contra el orden instituído, padece "intamuros" la intensidad de sus anclados sentimientos. En tal sentido, su "pathos" es etimológicamente auténtico, a la vez que parece desafiar toda moraleja transmitida durante siglos por la pluma de Sófocles. En efecto: no es ninguna desmesura -ni ninguna imprudencia- lo que le acarreará infelicidad a la muchacha, sino, antes bien, su falta de arrojo (en esto se diferencia del rol interpretado por Natalie Wood en "Splendor in The Grass", un filme de similar temática que retrató brutalmente los puritanos atavismos de los comienzos de los sesentas en los EE.UU.). Un cine evocativo, contado en primera persona, que perdura, e invita a la reflexión.-
Claudia Andrea Contigli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
21 de septiembre de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más "shockeante" película de retorcido suspenso y drama psicologista que jamás he visto es "Perversa Luna de Hiel" ("Bitter Moon", o simplemente "Luna de Hiel"), 1992, dirigida por el siempre inspirado maestro del "cine negro", Roman Polansky. Refleja el sadomasoquismo llevado a su máxima expresión, de una pareja que, integrada inicialmente por una mujer desvalorizada y ridiculizada por su marido play-boy bastante mayor que ella, termina conviritiéndose en una dupla exactamente a la inversa. Aparece una contra-pareja, que hará las veces de espejo donde morbosamente se reflejarán las miserias de aquéllos, y todos comenzarán a transitar por los resbaladizos senderos de un deseo incontenible. Hay un dejo moralizante al final del filme; dejo que, cual corifeo de tragedia griega, se repite en tramos anteriores. Polansky -cineasta de los considerados "malditos", genio y figura hasta la sepultura- supo dar a entender ese contraste, y todo otro contraste de diversidades morales; pasando lectura a prejuicios reales e imaginarios.-
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Claudia Andrea Contigli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
21 de septiembre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí la gran película de la cotidianeidad, en la que sus protagonistas no tienen mayores ambiciones ni metas que alcanzar. Sólo ser felices, girando en círculo entre cuatro paredes, donde dominan peines y tijeras. Todas las actividades se realizan en una peluquería (desde casarse, comer, amar, dormir, soñar... en fin: vivir). El marido de la peluquera -de rasgos inexpresivamente expresivos, mirada cándida y a la vez penetrante, cuyo mayor deleite es bailar danza árabe-, se define por su referencialidad inevitable con aquélla: no es sino "marido de". Ninguno de los dos es "naranja entera"; antes bien, cada uno es la "media naranja" del otro, cual el mito griego. En especial, él, es un satélite "inautónomo", que gira alrededor de un sol que puede apagarse o permanecer en el recuerdo, o simplemente convertirse en el motor de una dependencia emocional que no terminará ni con la muerte.-
Claudia Andrea Contigli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
25 de julio de 2010
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del estilo de filmes evocativos, sin duda "Cinema Paradiso" es el mejor de todos. Incomparable. Me atrevo a decir que es la mejor película de todos los tiempos y de todos los géneros. Las bandas musicales (ahí lo tenemos a E. Morricone), las actuaciones (P. Noiret se "come" la película), los diálogos, tanta nostalgia, tanto sabor a recuerdo de las cosas bellas y simples de la vida (únicas que dan felicidad), configuran un "combo" sin parangón. La historia llega a lo más profundo del alma; conmueve al más frío de los mortales. Bien ganado el Oscar a la mejor película extranjera. Giuseppe Tornatore cuenta aquí la historia -que se dice verídica- del cineasta italiano Federico Fellini, en un homenaje a la amistad y al amor auténtico que nos hace reir y llorar a la vez. Como la vida misma. Como Benito Pérez Galdós, o como Federico García Lorca -en literatura-. O como Pepe Arias, Luis Sandrini, o Carlos Altavista -en el cine vernáculo-. Lejos del melodrama que poponen, p. ej., otros filmes como "Los puentes de Madison" y hasta "Il postino", "Cinema Paradiso" es una historia que se desarrolla en el medio de otras historias de vida, con un mismo leitmotiv. En italiano subtitulada, traducida al castellano, o en italiano sin subtitular, toca fibras indescriptibles.-
Claudia Andrea Contigli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
26 de julio de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Espérame Mucho". Un filme que resulta un mosaico de vivencias de seres comunes en tiempos de la primera presidencia de Perón. Cada uno con su ideología, con sus anhelos íntimos, con sus alegrías, temores, y prejuicios. Con algún rastro autobiográfico de su autor, "Espérame Mucho" evoca también el precoz despertar sexual de los niños-adolescentes de la época. Su protagonista, es, precisamente, un chico que mira, como espectador privilegiado, el devaneo de los mayores; los observa y los encara con tímido desenfado, esperando algún día ser adulto como ellos y colocarse los pantalones largos cuya significancia bien sabía Arturo Jauretche. El pasaje recitado por Víctor Laplace -encarnando el papel de un ignoto actor "que la pelea"-, ante la inolvidable Alicia Bruzzo, se erige en el "cable a tierra" de tantas corridas existenciales, y es así que todos los asistentes del teatro del barrio, dejando atrás sus diferencias, se funden en una misma emoción. Es de esas películas que se pueden ver una y mil veces.-
Claudia Andrea Contigli
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Más sobre Claudia Andrea Contigli
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow