Con esta frase, una de muchas míticas de esta película puramente francesa, empezaré esta crítica, la última que hago sin seriedad, tal y como la trama a comentar se merece. Me doy el gusto ya que ni los de Filmaffinity (no me maten, señores), han puesto una.

Le Péril Jeune, que de traducirlo al español sería algo así como El Peligro de la Juventud, no es más que un juego de palabras de Le Péril Jaune (amarillo), que significa el riesgo de que los "chinos" dominen el mundo, algo que supongo estará en común con algunas tendencias políticas de los chavales del film, favorables a Mao Tse Tung. Pero que no puedo asegurar, ya que no soy un lince en historia y el término es bastante anterior a este dictador regordete.

Tampoco me hace falta, porque la película no va de eso. Sí, efectivamente, nos muestra el espíritu de la juventud de bachiller, pero no solo en ese sentido: en el sentido de hacer el indio, de ir a manifestaciones sin entender la lucha de clases, de ir al insti sin tener claro el futuro que vamos a coger, de drogarnos, de follar/hacer el amor, de hablar por hablar, del feminismo, de irse sin pagar… de todo lo que buen hijo de fulano debería hacer alguna vez en su vida.

Y lo hace mediante la reunión de un grupo de amigos en un hospital, tras haber muerto uno de ellos. Ahí, sentados en un banco empiezan a rememorar entre risas y nostalgias mientras esperan ver nacer el niño que el protagonista (Roman Duris, sale en L’auberge espagnole del mismo director) ha dejado en el vientre de su chica. Sin spoiler, así se presenta el film.

El guión es divertido, la trama también, la banda sonora, reconocible para todo aquel que haya oído rock psicodélico y la comedia que representa, es cine culto francés. Por ello, recomiendo verla en VO, que por cierto, es la única fuente que se encuentra en internet (abajo link).

Como último apunte - y continuando con mi horrorosa sintaxis- cabe decir que concibo esta película como una película documental en el sentido de que no busca la lagrima fácil, ni la emoción, ni lo que yo concibo como normal en el cine: hacer de la ficción algo creíble, sino que muestra las cosas como son. Por ello el final puede carecer de impacto o fallar para algunos. Pero la vida es así, las lagrimillas no se escapan cuando uno lo espera.

Ea, con dios. Pongo finalmente el link en la sección visual, conforme las normas.

Wadja es una película original. Partiendo de esta base y del flojo esquema que voy a seguir para hacer esta crítica, podemos imaginar que el resultado de ambas será interesante. Y lo es, sobre todo en el caso de la segunda (es broma). Lo que quiero decir es que lo que nos sugiere la directora -que, por cierto, es la primera directora de Arabia Saudí y ésta su primera película- es una panorámica crítica de la realidad que ella habita.

Hablo de realidad porque lo que viven allí, la fuerte sumisión de la mujer con respecto a la religión musulmana, está asimilado por bastante gente. No por la directora, evidentemente, pero sí, sobre todo por los hombres que ejercen un “proteccionismo” innecesario sobre éstas, que a veces aceptan con total naturalidad lo que les ha tocado vivir. Distinto, el concepto, del que tenemos nosotros en Occidente sobre este tema, que es el de “problema”, el cómo en el siglo en el que estamos puedan seguir existiendo pautas de comportamientos tan decadentes para aquellas que nos dan a luz, que trabajan como campeonas y consiguen aguantarnos.

Para expresar esto, la directora utiliza una fotografía elegante de una ciudad bastante desértica donde están los muy ricos y los muy pobres (sin clase media, algo así como España dentro de 10 años); unos diálogos inteligentes y nada pretenciosos; una música minuciosa; y lo más importante, una actriz principal increíble para la edad que tendrá.

El resto de elementos ya están servidos y vienen de la mano de lo anterior. Las votaciones variaran según el espectador, pero lo que está claro es que la opinión general será buena y todo el que vaya a ver la película saldrá con un buen sabor de boca y quizás un lagrimita (o una traqueotomía si se le atragantan cuatro palomitas en la garganta). Así que vaya a verla, disfrute solo o en compañía, y luego vuelva a valorar la banalidad del contenido de mí modesta critica.

En efecto, todos hemos sido traviesos, a todos nos ha gustado soñar que besábamos a una chica, aunque lo negásemos diciendo que solo nos gustaba dar patadas a un balón, y más o menos de eso trata este corto de Truffaut. Unos mocosos empiezan a vigilar a una pareja formada por un monitor de gimnasia y una bella muchacha de la que todos están enamorados, reteniendo en su memoria cada trastada que les han hecho por envidia hacia él, por deseo precoz hacia ella.

Siempre tratado con la sutileza característica de Truffaut en los temas de amor, el corto nos vuelve a la infancia, nos traslada a las costas mediterráneas francesas y nos embriaga con faldas cortas, besos de labios tersos y sillines de bicicletas que han pasado cerca de sus muslos.

Lo mejor: El uso de los paisajes naturales y su luz, así como de la belleza de la actriz.

Lo peor: Que uno de esos chavales no fuese yo. Bonitas batallas imaginarias.

Una vez has leído libros como "La nieta del señor Lihn" esperas un drama ante tal película, pero no es así como se presenta: un profesor de música barroca sumido en el recuerdo de su anterior mujer; una hija adolescente con cierta madurez que evidencia el saber de su padre; y el hermano "exiliado político de la italia actual por ser una dictadura" hacen, en definitiva, una grandísima comedia.

Es absolutamente recomendable. Te enamoras de Estrasburgo.

En esta película se desarrolla un drama que quema, con algún toque de humor que hace reir, pero ante todo sentimientos. No puedes esperar una comedia pero sí un buen rato que pasar en el cíne. Es una película que merece ser vista, con gran dirección y actores más que decentes. No defrauda.