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España España · Antequera (Malaga)
Críticas de Glanton
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Críticas 26
Críticas ordenadas por utilidad
9
16 de diciembre de 2013
74 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me hice fan de la novle al instante, y también me he hecho fan de la película, ya que por suerte no soy de éstos fanboys que se rasgan las vestiduras cuando la adaptación de turno no es 100% fiel al material original. Con esto no quiero decir que la película sea una mala adaptación ni mucho menos, sólo que, como es lógico, no profundiza tanto como el libro.

Pero bueno, ¿de qué va Filth? Pues va sobre un policía escocés llamado Bruce Robertson, que perfectamente podría irse de copas con Torrente sin escandalizarse. Un policía cabrón, racista, alcohólico y medio drogadicto, que se divierte haciéndole la puñeta a todo aquel que se le acerca, aunque sean compañeros de trabajo o las esposas de éstos.
En otras palabras, Bruce Robertson es un deshecho humano.

Como ya he dicho, la película no profundiza tanto como la novela en la psicología del personaje (ahí es donde radica la mayor diferencia entre Filth y otras películas de temática similar, como Teniente Corrupto), pero aún así termina por confesar al espectador que ese policía tan hijo de puta tiene sus motivos para ser así. Motivos que igual no justifican su comportamiento, pero bueno, qué coño, son SUS motivos.

Al igual que ocurre con la adaptación cinematográfica de American Psycho, se respeta extraordinariamente bien el espíritu del libro pese a pasar por alto muchos detalles, pero es que ni American Psycho ni Filth podrían adaptarse al cine de forma completamente fiel, ya que ambas novelas poseen unos niveles de depravación importantes. Con todo, Filth es, como adaptación notable, y como película sobresaliente.

La película no tiene un argumento del todo lineal, y realmente no existe una trama clara, sino que se dedica a seguir a Bruce Robertson y mostrarnos sus fechorías, sus putaditas y sus juergas, todo ello intercalado en una trama más o menos importante en la que se investiga el asesinato de un joven asiático.
James McAvoy borda el papel de Robertson, y tan pronto consigue que nos riamos con sus actos como que lo odiemos o sintamos lástima por él. El tío se marca la que posiblemente sea la mejor interpretación de su carrera.

Por lo demás, una película llena de ritmo, humor negrísimo y una banda sonora fabulosa.
Mención especial para el final (doble final, en realidad), que si viviésemos en un mundo justo sería considerado uno de los mejores finales de la historia del cine. Un desenlace que consigue que el espectador espere un típico final feliz, pero cuando llega el momento le da un puñetazo en el estómago y se ríe de él. Y es que, aunque el final sea bastante crudo (no tanto como el de la novela), se permite meter una coña en el último segundo de película.
Gran acierto también meter detallitos aislados que sólo entenderán los que hayan leído la novela.

Y luego están los cachondos créditos finales. Debería existir una ley que obligase a todas las películas a tener unos créditos (iniciales o finales, a elegir) molones, en los que sonase alguna canción de puta madre, como en éste caso.

En resumen, una gran película, grotesca, graciosa, alucinógena, entretenida y llena de un humor negro no apto para todos los públicos.
Glanton
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9
27 de febrero de 2012
45 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Phantasm es, posiblemente, una de las películas de terror más desconcertantes y extrañas que he tenido el placer de ver, alejándose de tópicos y planteando una trama ciertamente siniestra, con una ambientación que pone los pelos de punta.
Dos hermanos descubren que en la morgue del cementerio de su pueblo está ocurriendo algo raro, y según parece, los extraños acontecimientos están relacionados con un misterioso hombre alto trajeado. Esta es la premisa con la que Don Coscarelli, el director, desarrolla una película que parece combinar ciencia ficción, terror y, si nos ponemos tiquismiquis, incluso llega a parecer una buddy movie terrorífica.

Salta a la vista que Phantasm no es una superproducción y que sus medios son bastante escasos, es obvio que Coscarelli quería sacar adelante esta película, como tantos otros cineastas con ganas de mostrar al mundo su obra pese a las adversidades (osea, la falta de dinero).

Pese a todo, Phantasm cuenta con unos efectos especiales más que dignos y una puesta en escena perturbadora y onírica, que rezuma aires pesadillescos y opresivos. Lo que quiero decir es que los fallos técnicos y argumentales que esta película puedan tener son compensados con una ambientación sobresaliente y desconcertante.
Quizá el ambiente onírico no sea casualidad, pues el germen de este filme tiene su origen en un sueño (pesadilla, diría yo) del director.
Coscarelli incluso se permite el lujo de dejar numerosos cabos sueltos. Y se agradece, pues no siempre gusta que todo sea explicado al detalle como si los espectadores fuesen tontos.

La película cuenta incluso con su propia iconografía, quizá no tan conocida como el famoso guante de Freddy Krueger o la máscara de hockey de Jason Voorhees, pero igual de mítica para los aficionados al género. El misterioso hombre alto (interpretado por Angus Scrimm), sus esbirros enanos, y las mortíferas esferas voladoras asesinas, que ya han pasado a formar parte de la historia del cine de terror.
En resumen, una película de terror atípica, hecha con cariño y que merece la pena ver sí o sí.
Glanton
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9
12 de junio de 2012
47 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si leéis cualquier crítica de esta película en internet, os daréis cuenta que casi todas coinciden en lo mismo: es difícil hablar de Diamond Flash, especialmente si lo haces con alguien que no la haya visto... y no es para menos.
Sólo puedo decir que toda la trama gira en torno al secuestro de una niña.
El film es una historia coral que trata temas tan dispares como la pederastia, el maltrato de género o los superhéroes, todo ello salpicado con unas pequeñas dosis de comedia.
Sí, he dicho superhéroes en una frase en la que también se incluían las palabras pederastia y maltrato de género. No me he equivocado, amigos.
Esa es parte de la grandeza de Diamond Flash; su poder para desconcertar y dejar al espectador con los huevos colgando, sin saber qué puñetas está viendo... pero sin poder dejar de mirar para averiguarlo.
Y esa es otra. Podéis poner todo el empeño del mundo en sacarle el máximo jugo a la historia y tratar de entenderlo todo, pero hay una parte del jugo que no os vais a poder beber ni aunque veáis cien veces la película. Ese jugo se intuye, pero no está ahí, así que toca echarle imaginación y que cada cual saque sus conclusiones e imagine a qué sabe ese zumo tan misterioso.

No os voy a engañar, esta película no es para todos los públicos. Aquellos que busquen una película de acción trepidante (o de acción, a secas) se van a llevar un chasco enorme, por eso es bueno advertir que en Diamond Flash dominan los diálogos infinitos, costumbristas y nada forzados. Pero muy largos, eso sí, y si no os gustan las películas lentas, esta os atacará de los nervios.
Diamond Flash está enfocada para paladares que sepan a lo que se enfrentan, y que lo sepan de antemano, para ir preparando cuerpo y mente y no llevarse sorpresas de última hora.
Si alguien está buscando una película que necesite toda su atención para ella solita, Diamond Flash cumplirá las expectativas, porque es un puzzle. Un puzzle terrorífico y macabro como la vida misma.
Al espectador no se le está contando una historia, sino que la está viendo con sus propios ojos, como alguien que pasa por allí.
Asiste a una serie de escenas inconexas, tal y como ocurriría en la realidad, y de él depende unir las piezas que se le están ofreciendo para poder entender el conjunto. Esto mismo hace que sea imprescindible ver más de una vez la película para apreciar detalles que de primera hora pasarán inadvertidos.

En general me ha recordado muchísimo a los cómics de David Sánchez (comentados en este blog, aquí y aquí), y no creo que sea casualidad, puesto que lo primero que vemos en la película son las páginas de un cómic de este autor.

continúa en spoiler por falta de espacio
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Glanton
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9
17 de enero de 2013
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué injusta es en ocasiones la industria del cine con ciertos títulos que, por una razón u otra, han tenido una distribución pésima y no los conoce ni Dios. Y no hablo de malas películas que hayan quedado condenadas al olvido, sino de films que, de haber tenido una distribución más decente, a día de hoy serían clásicos.

Messiah of Evil es una de esas desconocidas películas que merecen ser reivindicadas una y otra vez, especialmente porque no se trata de una película de terror convencional, aunque en un primer momento pueda parecerlo por su argumento estándar.
¿Y qué no sea convencional la convierte en un título digno de mención? Aunque la falta de convencionalismos no tiene por qué ser sinónimo de calidad, en este caso estamos ante una maravillosa película que funciona por varias cosas.
Como ya he dicho, el argumento es bastante tópico, pero el punto fuerte de Messiah of Evil reside en su estupenda ambientación y en su logradísima y terrorífica atmósfera, que nos traslada a un pueblo extraño y opresivo, donde lo pesadillesco y onírico se respira en el aire.

Podría decirse que Messiah of Evil es una adaptación no confesa de La sombra sobre Innsmouth, del gran Lovecraft, aderezada con elementos de La noche de los muertos vivientes y unas pinceladas oníricas que recuerdan al posterior trabajo de David Lynch.

A lo largo del metraje encontramos varias escenas memorables y perturbadoras, como las secuencias del supermercado y el cine, o el momento protagonizado por el espeluznante negro albino devorador de ratas.
Durante toda la película flota en el aire una intensa e inquietante sensación de irrealidad, lo que, con permiso de Lucio Fulci y su obra maestra, El Más Allá, hace que parezca que la protagonista está dentro de una pesadilla de la que no puede despertar, pero por suerte para el espectador no se trata de una pesadilla, ya que hubiese sido muy decepcionante que la protagonista estuviese realmente soñando. Sencillamente la película transcurre en un pueblo bastante raro y desagradable.

Altamente recomendable, aunque imagino que para verla tendréis que hacer las mismas cabriolas que he tenido que hacer yo, puesto que no se trata de una película precisamente asequible.

http://motivosparalevantarse.blogspot.com.es/
Glanton
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7
25 de febrero de 2012
55 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuándo leí en varias webs que esta película hacía buena a la primera me eché a temblar (y eso que la primera, después de un segundo visionado, tampoco me pareció taaaan mala. Peores cosas hay por ahí), pero bueno, tenía esperanzas de que los directores encargados de esta secuela hiciesen algo digno, y que esas declaraciones negativas viniesen de críticos amargados y refinados a los que, por lógica, no tengo en cuenta.

Y después de verla ayer, en el cine, puedo decir que no sólo es una secuela que supera con creces a la original, sino también una estupenda película de serie B con presupuesto (un género muy de moda últimamente), donde lo que importa no es el guión, sino el entretenimiento claro y sencillo.
A diferencia de la original, que cometía el error de tomarse en serio a sí misma, los directores de Espíritu de venganza saben que una película donde el protagonista es un motorista que se convierte en un esqueleto en llamas con chupa de cuero y mala leche no puede ser seria en la vida, ni tener pretensiones absurdas.

Además de tener un montaje frenético, en la misma línea de Crank (la primera película de estos directores), y unas transiciones animadas muy molonas, todo tiene un aire más gamberro y divertido, y el hecho de desarrollarse en Europa del este en vez de en Estados Unidos, como es costumbre en esta clase de producciones, le da al conjunto un toque bastante curioso, con esos escenarios que no estamos tan acostumbrados a ver.
Los efectos especiales, también me han sorprendido gratamente, ya que me esperaba algo un poco más cutre, pero en general son muy acertados, especialmente los que dan vida al motorista.

En el reparto no destaca nadie, salvo Nicolas Cage (no me cansaré de decir que es un pedazo de actor), que está histriónico como de costumbre y sobreactuado, pero eso es justo lo que me gusta de este tío.

Ghost Rider: Espíritu de venganza es una película divertida y macarra, que sabe por dónde debe encaminarse, pero para disfrutarla tenemos que olvidarnos (o ejecutar, a ser posible) al cinéfilo crítico y gilipollas que casi todos llevamos dentro, y sencillamente, dejarnos llevar.
Glanton
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