Me da un poquito de envidia que la mejor película que ví en mi vida sea argentina. Uno tiene su corazón para que negarlo pero amigos de todo el mundo, no hay palabras suficientes para halagar una obra máyuscula de estas características. Perfecta de principio a fin, los actores dan una lección de talento pero Francella me dejó maravillado, un actorazo. El guión es simplemente perfecto con un desarrollo ingenioso y con un final que me pareció el mejor que se ha visto en la últimas décadas. Obra maestra absoluta no tiene el mínimo error y uno se retira de la sala con un estado de plenitud tan grande y con la tristeza de pensar si volverá a ocurrir un milagro semejante.

No consigo comprender porque Los Puentes de Madison es una película tan pero tan sobrevalorada. Es para quienceañeras cachondas que se babosean con las novelas de Corín Tellado. Es para infradotados sentimentales que piensan que el amor en serio son medallitas, cartas y libros. El final me parece correcto porque dos miedosos que prefieren quedarse con sus recuerdos se merecen morir fantaseando en lugar de disfrutar del amor en plenitud. Bella fotografía y correctas actuaciones.

La película más tonta y conmovedora que se haya filmado nunca. Es la prueba absoluta sobre el modo de hacer cine tocando nuestros sentimientos hasta caer en el golpe bajo. Y sin embargo nos enamora porque es un canto a la esperanza. Para los que perdimos a nuestros seres queridos es inevitable que nos conmueva hasta las lágrimas, que la volvamos a ver una y otra vez. A partir de esta película amé para siempre a Whoopi Goldberg, su personaje secundario es uno de los mejor logrados en el cine. Un clásico memorable.