La serie va de unos cachos de videoclips de Cristina Aguilera que los pegan y en medio giran la cámara muchísimo para darle trascendencia al asunto. Disparan hasta gastar el presupuesto y y el resto lo rellenan con esenas cortadas de amar en tiempos revueltos, mucho lavar platos, doblar manteles y secar vasos. Se deja entrever una trama que consiste en que los personajes interactuan entre ellos, sobre todo por el noble arte de la palabra que, de ser comprensible, sin duda bajaría la media de la serie. Confundo a muchos personajes porque parecen defensas del Madrid.

Sed honestos, sabéis que la segunda temporada es peor que pegar a un padre con un calcetín sudado. Ya se ha hablado mucho de las "memberberries" y como nos emociona que nos pongan una lata de fanta de los 80 por que los árboles eran más frondosos y las mujeres más fértiles en aquella época tan hortera y prescindible. Lo demás, pues un poco de todo, CGI por aquí, cliffhangers de saldo por allá, y un tedio abominable.

Cuando nos enfrentamos (esto es así) al surrealismo cinematográfico, a menudo nos encontramos con cintas plomizas que intentan jodernos la vida pero que gozan del respeto de la crítica. Si, como sucede en esta, le introducen un punto de humor, pierde totalmente el aura de culto para ser calificada de tontería entre amigos puestos hasta las cejas. Pues ni tanto ni tan calvo, bajo una atmósfera onírica encontramos una historia con un curioso desarrollo que ahonda de forma autoconsciente en lo que más asco nos da de nosotros mismos: las ínfulas de grandeza, el autocastigo derivado de la mediocridad de la vida y la presión constante de una vida urbana desnaturalizada de la que sabemos que no podemos desligarnos. Y a ratos te partes el culo.

Intensito Nolan nos sorprende con otra película para ponerle imagen a una música que no nos dejará ni un momento de reposo. Gotham parfece Getafe y nuestro alado amigo tiene la profundidad de un guardia civil en un control de alcolemia. El batmovil es un land cruiser de esos tan de moda entre la comunidad cuñada, lo que me extraña es que no sea blanco y lo use para llevar a los niños al cole aparcándolo encima de la acera. Christian.... pues Bale.