Fase 7. De Nicolás Goldbart. Sin duda, la mejor de las cinco. Película argentina sobre un bloque de edificios declarado en cuarentena por la amenaza de un virus mortal pandémico (no, no hay zombies esta vez), y en el que poco a poco, la paranoia va creciendo entre sus inquilinos. Divertidísima, de un humor negro excelente, un guión estupendo, con una dirección firme y ágil, y muy buenas interpretaciones, destacando al protagonista, Daniel Hendler, y al enorme Federico Lupi. Como único punto oscuro recalcaría unos últimos cinco minutos confusos e innecesariamente largos, pero vale la pena.
Un ocho bien merecido.

Personajes carismáticos, Jeff Bridges es el puto amo (sólo por su dicción, la versión original es obligada), técnica, visual y sonoramente impresionante...

Pero no me enganchó. La historia me pareció a ratos manida, a ratos vacía. A trompicones todo el rato, no podía dejar de pensar en que estaba detrás de una serie de gags independientes, con un hilo maestro conductor, pero sin una profundidad necesaria para darle cohesión a todo el asunto.

No hay duda que los Coen saben hacer un cine excelente, y no tienen película mala, pero muy a menudo me dejan con esta sensación de no plena satisfacción, de coitus interruptus (No Country for Old Men, Oh Brother, o esta True Grit). Eso sí, he de reconocer que cuando me llenan (Fargo, The Big Lebowsky , Miller's Crossingo The Man Who Wasn't There), me sale el semen por las orejas.

También puede ser que los últimos westerns que he visto han sido: Sin Perdón, Grupo Salvaje, El Hombre que Mató a Liberty Valance, Pat Garrett & Billy The Kid y Hasta que Llegó su Hora, y es normal que mi nivel de exigencia para con el género esté disparadísimo

Las tres películas de Toy Story hablan de lo mismo. La amistad y el abandono. Todas comparten momentos paralelos (un Buzz Lightyear idiota creyéndose su película, por ejemplo). Mismos personajes y un limitado radio de acción. Todo podría empujar a que, después de una genial y maravillosa primera parte, sus secuelas fueran flojas, aburridas o incoherentes (como le pasó a Shreck). Pero estos tíos de Pixar cuidan muchísimo sus guiones. Todo es redondo, todo fluye como debería. Los paralelismos y las repeticiones de tramas se convierten en autohomenajes. Y los personajes son entrañables y carismáticos. Desde Woody y Buzz, hasta Mr. Sonrisitas o el Oso Oloroso. Nada sobra y nada falta. Toy Story 3 es un digno final a la saga, hay quien dice que es la mejor de las tres, yo sigo prefiriendo la primera. Ésta quizás es un poco más oscura, un poco más seria, aunque los toques de humor siguen siendo geniales y tienen algún que otro momento de humor negro excelente, toda la película respira una atmósfera de despedida y de tristeza.

Me encantó

Y en sesión doble, acabo de terminar El Halcón Maltés de John Huston. Hace seguro más de diez años que leí el libro de Dashiell Hammet y guardaba pocos recuerdos de la trama, pero pese a ser enrevesada y llena de giros de guión, al estar acostumbrado a varios otros clásicos del género de detectives, no ha llegado a sorprenderme demasiado. La atmósfera, sin embargo, cautiva, y los personajes todos carismáticos y bien perfilados (desde el siempre genial Bogart hasta los policías, secundarios pero muy logrados) hacen que disfrutes de la película y te introduzcas en el universo de Sam Spade desde el primer minuto. La primera película de Huston como director firme, seca y directa, de corte impecable sin florituras. Le pongo un 8.

Tucker & Dale vs. Evil. De Eli Craig. Divertida y esperpéntica comedia sobre dos paletos que, en su casa de campo, se cruzan con un grupo de adolescentes que los toman por asesinos (al mas puro estilo la Matanza de Texas). Accidentes increíbles y un cúmulo de despropósitos a cada cual más sangriento, llevan, un poco a tropezones la trama, desmontando y dándole la vuelta uno a uno, los clichés del género, bastante lejos de la zafiedad de Scarys Movies y derivados (afortunadamente). Muy divertida pero algo inconexa y entrompiconada. Lo mejor, el trío protagonista, Tyler Labine, Alan Tudyk (Wash de Firefly, Alpha en Dollhouse) y la espectacular (no sé qué tal actúa, no pude prestar atención ni una sola vez) Katrina Bowden (arfs, auuuuuuuuuu, yiiiiiijaaaaaaa).
Un seis y medio (a la peli, a Katrina más)