Él. Agente judicial. 50 años. Solo. Muy solo. Pero sin acritud.

Ella. Educadora infantil. Treinta y tantos. A punto de casarse. Sola. Pero menos sola.

Por motivos muy diferentes ambos acuden a clases de tango. Él, para llevar una vida más saludable, y porque le atrae aquello del tango en una fría ciudad francesa. Ella, desea abrir el baile nupcial con un tango y quiere estar lista.

A partir de aquí, os invito a ver una magnífica película de amor sencilla entre dos antihéroes del cine de este género. Y todo, aderezado con un elenco de personajes secundarios que pululan alrededor de ellos. El padre de él, anciano agrio incapaz de admitir el afecto que siente por su hijo. La madre de ella, obsesionada por el rito marital a la vieja usanza. El hijo de él, incapaz de admitir que no quiere seguir los pasos de su padre y que no osa comunicárselo. El novio de ella, angustiado por no ser capaz de desarrollar su novela. La hermana de ella, mujer realista que ha dejado de soñar. El admirador de ella, alumno de las clases de tango. Y tango, mucho tango

Iba a ver esta película con gran ilusión, a pesar de haber leído malas críticas previamente, y de la recomendación de alguna mala amiga. Encuentro la película ABSURDA.

Si se pretendía retratar las excentricidades de genios como Modigliani o Picasso, todo ha quedado en un burdo capítulo de ‘Al salir de clase’. El guión es muy simplón y articula la película a base de inexplicables e infantiles rencillas entre ambos pintores. La historia de amor con Jeanne pasa de conocerse al amor loco, fiel y puro en cuestión de tres minutos. Y luego, pegando coletazos, está el antisemitismo de la familia de ella. Ésa es la película. Y algunas pinceladas de lo más ridículo:

•la música electrónica con cantos sacros
•la música árabe
•la cancioncilla ‘porque es un muchacho excelente’
•el maquillaje de ella al final de la película, en lugar de rímel corrido por lágrimas parace un arlequín.
•el cubo de pintura roja anaranjada (simulando ser sangre) que le echan encima a Andy para hacer más trágica la paliza que le han dado.

Andy García hace de Andy García, pero un poco más deslenguado. Me pregunto si un día se atreverán a cambiarle el peinado en alguna película.

Lo único que me ha gustado de la película ha sido poder ver los cuadros de Modigliani.

La película es a mi parecer un cuento truculento sobre una aldea perdida de Perú.

La historia y sus personajes son muy genuinos, y la costumbre 'ficticia' de la aldea, muy original. El film presenta un mapa humano muy diverso en sus caracteres, sus ambiciones y sus conductas. La fotografía, el colorido, la música, sus elipsis y silencios me parecen muy apropiados.

Cabe señalar la posible inspiración en la novela del tío de la directora, Mario Vargas Llosa, Lituma en los Andes (Premio Planeta en 1993).

Como fiel seguidor de Mario Vargas LLosa, como escritor y no como personaje público ni político, rompo una lanza en contra de sus detractores, quienes sostienen que él es el gran enemigo de la cultura peruana. No ha habido una de sus novelas (a excepción de La fiesta del Chivo) en las que no narrase capítulos de la tradición y la sociedad peruanas, a mi juicio, con autocrítica, pero con cariño. Sin duda alguna, ha conseguido, al menos en mi caso, levantar un vivo interés sobre la sociedad peruana actual.

Es como aquellos que no soportan a Almodóvar porque dicen da una imagen muy degradada de España en el exterior con sus travestis, transexuales, prostitutas, gays y drogadictos. Un sinsentido.

Al leer que la película tenía cierto aire a Kusturica, no dudé un segundo en ir a verla.

La decepción fue total. Sólo tiene en común que aparece algún músico por la película. Pero mejor no hacer comparaciones.

No veo en absoluto justificado ese cambio de rumbo en el argumento. Empieza con un aire cómico (ligerito, todo hay que decirlo) y centrado en el protagonista. Y luego el argumento se expande hacia los personas que les rodea, pero 'sin chicha'. El simpático Pero queda como un mero observador de la tragedia que le rodea. Pero es una tragedia gratuitamente violenta y sin sentido. Sorprender sorprende, pero para desagradar.

Y no me creo aquello de que pueda ser una alegoría sobre lo acontecido en la ex-Yugoslavia. Para ello os remito a 'Underground' o 'La vida es un milagro' del genial Kusturica.

Cabe destacar la fotografía, los buenos actores y la contemplación dulce del ámbito rural.

Y es que la película parace un nuevo anuncio de compresas de Isabel Coixet. El director nóvel podría haber escogido a otro maestro al que seguir, por no decir, al que calcar.

Uf, son muchas cosas las que me desagradaron de la película, empezando por el guión, que es malo; no hay por dónde coger la historia; pretende haberla, pero na de na.

Tampoco se pueden reunir tantos elementos chachis en una película, porque el resultado es el mismo que un anuncio de compresas de la Coixet:

- ¿es casualidad que los personajes de Alberto San Juan y Enma Suárez calcen gorras neoyorkinas aun procediendo de medios distintos?
- ¿por qué los dos hermanos han de ser tan bohemios? El uno, trompetista de clubes de jazz de Madrid, y el otro, escultor de hierro.
- ¿por qué rellenar la película hasta el aburrimiento de cielos estrellados con música chachi e imágenes de pueblos del norte a lo Montxo Armendáriz?
- ¿a alguien le hace gracia que meta de por medio cada dos por tres a un señor buscando fortunas con un detector de metales?
- ¿por qué la niña parece que ha recorrido medio mundo y que tiene cuarenta años, si no tiene más de diez y no ha salido del pueblo?
- ¿por qué, sea cual sea la hora del día, siempre están viendo los Power Rangers?
- ¿por qué el actor que encarna a Lalo imita descaradamente a Ernesto Halterio (e incluso se le parece)?

PD: no me pienso fiar nunca más de los tráilers de una película ...