De la trilogía del dólar, para mí una de las mejores de la historia del cine, se suele decir que la mejor es "Il buono, il bruto, il cattivo", pero "La muerte tenía un precio" -magnífico título frente al soso original- es una cinta popular aunque infravalorada por lo general, y, sinceramente, tiene poco que envidiar a "El bueno...", que sí, es muy buena, pero tampoco infinitamente superior a las otras de la trilogía.

La trama de "La muerte tenía un precio" quizá no sea del todo original, pero está tan bien llevada por Leone -que profundiza en el aspecto emocional del Indio y del coronel, menos en el de Eastwood- y tan sumamente bien sostenida por las interpretaciones de su trío protagonista, que ello tapa los demás defectos (que tampoco es que sean muchos).

Por lo demás, el ritmo -como siempre sucede con Leone- es de lo mejorcito, y mantiene al espectador en vilo y sobre todo, muy entretenido. No hay ni una secuencia para el aburrimiento, las partes de acción son apoteósicas -aunque inverosímiles, aunque sabemos que en el western eso suele importar poco- y las que no son notables en cuanto a diálogo. Como dije antes, el planteamiento de la historia no es innovador, pero la mano de Leone conduce la película magistralmente hasta un punto donde el duelo emocional iguala al de los revólveres.

Gran película, de lo mejor del género spaghetti western, siendo superior, a mi juicio, a muchas de las mejores cintas de Peckinpah. Demasiado poco valorada por la crítica. Lástima.

Para disfrutar cual enano, no se la pierdan.

Superior a "El proceso Paradine", "Recuerda" y otras muchas obras de Hitchcock, aunque no llega a la excelencia de sus mejores obras (véase "Vértigo (De entre los muertos)" o "La soga").

La historia se asemeja, en cierto modo, a "Con la muerte en los talones", esto es, un hombre inocente acusado de un delito/crimen que no ha cometido. Pero aquí, en "Falso culpable", en lugar de lanzarse a una peligrosa huida, el inocente no puede más que resignarse a ver cómo, uno tras otro, los testigos, las pruebas, los testimonios, se suceden señalándole como alguien que no es...

Tanto Fonda como Miles están deslumbrantes como el buenazo inocente y la depresiva trastornada respectivamente, y la forma en que cada uno de ellos retrata la evolución de su personaje ante la pesadilla que viven, es ciertamente interesante.

Véanla, pues sin duda, aunque no es una obra maestra, su visionado es, a mi juicio, ineludible.

Hitchcock (casi) nunca me decepciona.

Las sensaciones que me ha producido esta película, yo no las sé expresar con palabras. Sin duda, Clint, me has demostrado que eres gigante. Gracias. Gracias también a Meryl Streep, porque si eres la mejor actriz de la historia (en serio) es porque le confieres alma a tus personajes. Gracias a ambos, porque habéis conseguido convencerme de que el cine es lo más maravilloso que ha inventado el ser humano.

La historia de la película, relativamente simple, nos demuestra el gran dilema que sufren sus dos protagonistas. Él sufre porque sabe que su historia con Francesca no puede seguir más allá de los reucerdos de esos cuatro días. Ella sufre porque su corazón le dicta una cosa que a ella le libera, pero que a los suyos les condena. Elija lo que elija Francesca, siempre habrá alguien que sufra.

Es la gran bifurcación, la gran disyuntiva, de la vida. De repente el camino se divide. ¿Hacia dónde tirar? ¿Derecha o izquierda? ¿Rutina o pasión?

Como dice la canción de Sabina, no soy un fulano con la lágrima fácil, pero aquí Clint ha conseguido que, al menos, se me humedezcan los ojos.

Viva el cine.

Hace dos días vi "Se7en". Me pareció un thriller cuasi perfecto y, de hecho, me quedé impactado como hacía tiempo que no me ocurría. Acabo de ver, mejor dicho, de experimentar, "El silencio de los corderos".

Después de 110 minutos de auténtica evasión, de entregarme por completo a paladear esta obra envolvente, atroz, macabra, perfecta, indescriptible, y satisfactoria al fin y al cabo, la película llega a su término.

Y me doy cuenta de que "Se7en" no es NADA al lado de esta maravilla.

No, ésta no es la película que Clint había ido pensando hacer durante años, no... "The rookie" no es más que una de esas películas comerciales que Eastwood hacía para la Warner para que ésta le financiara los proyectos que él deseaba hacer realmente (hizo "Unforgiven" dos años después).

Eastwood interpreta a Pulovski, un poli del corte de Harry Callahan, pero peor. Aun así, hay algunas similitudes, pero vamos...

La película es tópica, previsible, oscura y macarra, pero ver a Clint metiéndosela doblada a los malos y pegando tiros siempre entretiene.

Un 6 y va que chuta.