Nada que ver con Hollywood. Ni siquiera se parece a algún cine europeo que conozca. Es otra cultura. Todo es lento, para disfrutar de la soledad del paisaje y la tranquilidad de los diálogos. Una actuación muy lograda de un protagonista sencillo.
Y los que lo van rodeando a medida que avanza la trama no dejan de manifestar una simpleza digna de elogio. Para ver una tarde de lluvia.

Qué parecida que es la sonrisa de Geraldine a la de su padre. Prácticamente es como si lo viéramos a Charlot!
En cuanto a esta película, es dura. Fuerte. Una madre que no se ocupa como debe ser de su hija y una niña que entiende que la única manera de crecer es haciendo aquello que lamentablemente termina dejándola como una mujer de la calle. Las dudas de la adolescencia y el dolor de crecer y enamorarse de las personas equivocadas. Es muy costoso
Linda actriz y buen argumento para padres que debemos estar atentos a estas cosas.

Además, una idea un tanto trillada también. Una mujer violada en medio de la gran ciudad y su deseo de desaparecer por un tiempo hacia el campo.
Es entretenida y destaca lo bien que se desenvuelve Laia en este tipo de papeles dramáticos, un párrafo especial el personaje de Bruno Todeschini, su acento complementa muy bien el tipo de personaje bohemio.

Es inevitable en este tipo de película, meterse en la historia e imaginarnos en la posición del protagonista. O de alguien del reparto.
Una buena historia donde todo lo que reluce es la Fuerza del amor y las costumbres a veces difíciles de entender, de algunas personas.
Pero hay que estar en la situación para saber cómo se procederá. De otra forma, sólo es especular.

Aunque en esta versión me parece que el nivel interpretativo y los recortes de la novela conspiran para hacerla menos mejor de lo que debería ser. Pero se destacan los decorados y las ropas, muy llamativas y impactantes