Los libros enganchan. No se trata de literatura, son facilones, artificiosos e incluso a veces repetitivos, pero contienen magia y son aptos para pasar un buen rato. Las películas NO.

Lo que Sí: poner imágenes a pasajes del libro.
Lo que No: todo lo demás. Penosas interpretaciones, un horrible y desestructurado guión que hace de la historia un pastiche sin pies ni cabeza.

Una lamentable adaptación, una película tediosa y aburrida. No creo que soporte el paso del tiempo.

No es un documental, porque no informa, divulga, explica...
No es una película, porque carece de líneas dramáticas, de emoción alguna...
Sólo observa, y lo que observamos son actores en estado de gracia, pero nada más, ni personajes ni historia, sólo actores.

Hace unos años se hizo un documental sobre la vida del Che que está mil veces mejor que esta 'lo que sea'. Soderbergh se ha vuelto a pasar de listo.

Propuesta a la que le sobran ganas y a la que le falta algo más de concreción, de reflexión sobre su idea central. Quizá su mayor acierto sea esa otra realidad repleta de creyentes donde el héroe-villano es aquel que ha perdido la fe. Espiritualidad, vacío, destino, el poder de las historias como motor generador de mundos, locura… Material altamente sensible si no cae en las manos adecuadas. Sólo apta para aquellos que, tras ver una película, se monten la suya propia.

Carece de la poesía y romanticismo de otras películas que ya han tratado el tema de la consciencia, la subconsciencia y la muerte; pero aun así, resulta atractiva e inquietante gracias a su virtuosismo visual.

Lo que SÍ: la fotografía; el juego de símbolos visuales que ayudan a explicar el final del film; el momento en el que el mundo se 'detiene' ante un ensangrentado Ryan Gosling.
Lo que NO: el resultado final es demasiado frío y apático; falta chispa en las iterpretaciones.

Marc Foster sigue haciendo un cine interesante y envolvente, en el que las florituras visuales se convierten en una parte imprescindible para narrar historias.

Suerte de telefilm de lujo que es mejor tomárselo como distracción plana, que como demanda de una situación lamentable.

Lo que Sí: cierto tufillo a aventura clásica; la fotografía; la banda sonora de un magnífico James Newton Howard.
Lo que No: el doblaje, mejor verla en original; pese al esfuerzo de Dicaprio, el personaje no le va mucho; el que sea una versión descafeinada de películas más serias sobre la problemática africana; lo funcional y simple de la dirección.

Tópica y a veces vergonzosa, la película funciona a nivel de acción en ciertos tramos, y en otros es simplemente ridícula y aburrida.