Película en la cual la llegada de John Wittaker junto a su esposa Larita a casa de la familia de él provocará una dura batalla entre la madre y la esposa de John.
Éste es el punto de partida de esta peli en la que las cosas van apareciendo poco a poco sin prisa alguna pero sin pausa. En este film nos encontramos con una historia típicamente británica en la que se intenta dar más gracia a los diálogos que no a los efectos. Es una historia sencilla en la que los actores hacen unos papeles muy correctos: encabezados por Jessica Biel en el papel de Larita; no es que sea un papel impresionante pero lo va salvando. En el lado de la familia tenemos a una clásica como Kristin Scott Thomas y al siempre resolutivo Colin Firth, que es quizás el único personaje que junto a Biel logra brillar en este film.
Tambien es de destacar la ambientación, los vestuarios y algunas aportaciones como canciones modernas que suenan al sonido de la época.
El film a pesar de ser bueno, parece como si en llegar al final supieras lo que iba a pasar, el problema es que quizás esperas que las cosas lleguen a suceder de otra manera. aA parte de esto se trata de un film más que correcto, pero sin duda en el que se ha perdido la oportunidad de poder hacer un película que hubiera podido rayar en una calidad mucho más alta.

A estas alturas de la vida el nombre de Hans Zimmer para los aficionados del cine y sobre todo de las bandas sonoras, es ya es un clásico(aunque muchos aficionados al cine desconocen a este músico). Una gran cantidad de espectadores sí saben tararear algunos de sus temas más famosos.
Este film nos intenta retratar al compositor durante toda la duración del concierto en la que aparecen muchos de sus clásicos (Piratas del Caribe, Origen, Interestellar, etc). El director logra plasmar en cada momento la emoción de la música y es que sentimos el ritmo de todos los instrumentos en el momento deseado. Sin duda alguna un gran despliegue técnico que está a la altura de este famoso músico.
Si tuviera que destacar la perfección de como esta rodada, destacaría dos temas sin ninguna duda: Chevaliers de Sangre Real y Journey to the line, que son dos composiciones totalmente diferentes en cuanto puesta en escena pero que logran captar la atención del espectador.
Una buena oportunidad para descubrir temas que no imaginariamos que forman parte del repertorio de este músico.

Simpática película en la que se mezcla la comedia, el drama y situaciones algo disparatadas.
Uno de los personajes principales del film es Ethan Hawke (demostrando que es un actor todoterreno del cual parece que Hollywood se ha ido desprendiendo en pro de otros actores de dudosa credibillidad escénica) que aquí interpreta un tipo que ha dado más vueltas que una peonza, y es que el papel de él parece como una continuación de su personaje en "Reality Bites".
Pero volviendo al film que ahora ocupa, diríamos que quien destaca por encima de todo es Ross Bryne: en su interpretación vemos todos sus miedos, inquietudes y anhelos de hacer cosas que parecen haber quedado ahogadas en sus años de convivencia en pareja.
Para mí lo menos positivo son los personajes de Chris O'Dowd y Lily Braizer, que tienen su gracia en la primera parte del film pero, como si fueran una mala canción, se nos acaban haciendo repetitivos a medida que va avanzando el metraje.
Al final de la película la balanza queda más que equilibrada en cuanto a resultados, dejandónos un buen sabor de boca.

En los años 50 existían multitud de comedias de todo tipo: alguna hechas a mayor gloria del gobierno de la época, otras para encumbrar a sus protagonistas, y algunas simplemente para rellenar horas de programación en los cines.
Esta película se encuentra a medio de camino de todas las afirmaciones hechas anteriormente. Se trata de un film que, a día de hoy, no nos parece tan alejado de la realidad como parece.
Los caciques deciden sacar tajada con la construcción de un puente y siempre mirando por su porvenir, en lugar de pensar en los habitantes del pueblo. Una historia aderezada con elementos cómicos y con un grupo de actores de gran nivel: Manolo Morán, Antonio Ozores o el magnífico José Luis Ozores, que viven todo tipo de situaciones cómicas.
Una pequeña joya que demuestra que siempre hay personas dispuestas a manipular las cosas a su antojo sin preocuparse de los demás..

En pleno siglo XXI muchos critican a la ligera todas las películas rodadas durante el franquismo llamándolas "españoladas". Cuando, a día de hoy, se continúan realizando en este país productos de ínfima calidad y la gente no las califica así. En fin, hay de todo en la vida del señor...
La película, y aunque muchos le pese, es más divertida de lo que parece y todo siempre gracias a sus actores: con un Alfredo Landa muy divertido y para nada pasado de rosca, como en otras películas de Ozores.
El reparto femenino también firma un gran trabajo. Pero si hay una actriz que las eclipsa a todas es Gracita Morales, en un personaje secundario y en la que, quizás, sería una de sus últimas grandes interpretaciones antes de que su estrella empezara a apagarse con el paso de los años.
Algunas la tildarán de cursi o de casposa, pero yo os digo que es divertida y que sus últimos veinte minutos son lo mejor del film.