Este debería de ser el titulo de la buena película que comentamos. Nadie, o muy poca gente en Occidente sabe de verdad que paso entre Hutus y Tutsis. La cinta describe con bastante nitidez la tragedia de Rwanda y los avatares de la Iglesia Católica en aquel pais durante la matanza y el genocidio al que fué sometido el país. La posición vergonzosa de las tropas de la ONU destacadas en aquel lugar del planeta durante la carnicería es, probablemente, lo que mas coraje da al espectador ante la impotencia de la población.
Rodada en el mismo Kigali esta cinta es muy recomendable.

Sobre el fondo de la película y lo acertado de la intensidad del guión, no quedan mas que elogios. De la factura del filme, en cambio, parece una cinte rodada en la época del cine mudo. Demasiadas carencias tanto a nivel de dirección, como de cámara y enlace entre escenas. En fin. Una lástima.
Por lo demás, es una película que debe de verse.

Esta cinta es un salto en el tiempo y, solo por eso, merece la pena verla. La actuación de Carney es muy convincente en su personaje de detective mayor con experiencia suficiente para compensar sus carencias físicas. La Tomlin es algo pesada y la trama algo liosa pero entretenida. Aunque se me hizo algo larga, no puedo ocultar que me entretuvo dado que la veía con ojos de añoranza. De no tener esta actitud, la película es mala. Lo mejor es la cadena lógica que utiliza Carney para descubrir al asesino a pesar de Tomlin. Lo peor, que no ha soportado el paso del tiempo y tiene tintes de comedia que están pasados de moda.

A pesar de ser una producción Walt Disney esta cinta es un chasco. Ni es para niños, ni para jóvenes, ni para adultos. Tiene elementos de producción sin duda remarcables, pero la película es decepcionante y gratuitamente cruel. Ni añade, ni enseña nada. Es más, todo el guión se arropa en un ambiente de chavales para descerrajarte un golpe que ni toca, ni se comprende.
Si tienen otro plan alternativo, no la vean.

Pues si. Un poco decepcionante aunque se deja ver, esta película podría haber sido otra cosa. El guión te traiciona a media película y una actriz de la talla de Streep se queda al nivel del siempre tibio Neeson, lo que imprime mayor sopor a la fese de desenlace.
La idea es ya sabida y manida. No consigue nada relevante. Lo más pueril de todo es eso, el personaje del chaval encarnado por Furlong, que se podía haber quedado en casa.