Un film que no está mal, que se sigue con interés y que está protagonizado por el gran Ronald Colman, aunque aquí no presenta su mejor versión.

Pero lamentablemente, en el momento culminante, en su parte final, la historia queda atropellada, con la inverosímil aparición del personaje de Myrna Loy y una sensación bastante agria.

Una película ambiciosa en sus premisas pero discreta en resultados.

Poco rastro de Ford.

Poco que decir y muy poco rastro del mejor John Ford. Apenas la camaradería de los presos en la carcel y algunos arquetípicos personajes secundarios muy del gusto del maestro.

Tono de comedia, pelín boba, mas o menos simpática, y a pesar de su reparto sin brío alguno.

Como curiosidad decir que el título original es "Up the river" y aunque en castellano parecería una traducción ajustada "Río Arriba", realmente se trata de una expresión que significa "Ir a prisión" ya que en Nueva York, más allá del río Hudson estaba la cárcel de Sing Sing y es esto a lo que se hace referencia.

Clint Eastwood es un director sólido y de corte clásico de cuya obra llevamos décadas disfrutando. Sus films siempre son sólidos, pausados, y cuentan bien la historia que tratan, pero en buena parte de su obra, y este es un ejemplo, existe lo que en mi opinión contituye un problema de tensión que aquí es facilmente visible.
En esta ocasión tenemos una buena historia solidamente contada, pero hay un punto de previsibilidad que le quita fuerza. El protagonista, el propio Eastwood, siempre se ve que va a salir claramente de los atolladeros que se desencadenan a su alrededor, le vemos como intocable, sin fragilidad alguna, está por encima de todo, y claro, el espectador queda acomodado ante la seguridad de saber que no le va a pasar nada. Me faltan giros, emociones, todo lo que hace que no esté claro lo que está por venir. Es decir, tensión.
Pero ya lo he dicho, es su forma de narrar en muchas de sus películas, y cuando supera esta barrera que tan poco transita, alcanza la excelencia de su carrera ("Los puentes de Madison" o "Million dollar Baby) ya que la tensión lleva a la emoción, que es lo que aquí me falta.

Tenía cierta curiosidad por adentrame en la saga de Insidious y disfrutar de la singularidad de su dIrector James Wan y su fama como renovador del terror contemporáneo.

Pues bien, a las primeras de cambio se me han quitado las ganas de ahondar en lo dicho. En esta película no paso miedo, ni me entretiene, la celebrada imagineria de Wan no es más que algo de guiñol y el abuso de algunos efectos que a mi ni me asustan ni me transmiten, y. si a esto le sumamos una lamentables interpretaciones de los actores, pues que quereis que os diga, hasta aquí he llegado con la saga para mi, he tenido suficiente..

Nos encontramos ante una obra inmortal que transmite ese universo fordiano en el que se entremezcla la épica y el costumbrismo. Cine clásico con mayúsculas, robusto, bien hecho donde la gran historia se salpica de situaciones domésticas y personajes secundarios que componen ese universo que siempre ha rodeado a John Ford.

Un grupo de personas en un puesto fronterizo impregnados de valores y ritos de honor, cuyo destino les va a llevar a enfrentarse a un enemigo misterioso, marcados por la importancia del elenco actoral cuyas matices interpretativos lo son todo. A este respecto, sin querer minusvalorar al protagonista Henry Fonda, me llegan más las interpretaciones de John Wayne y Shirley Temple, sin olvidarme de ese grupo de actores fordianos aquí presentes.

Si que me gustaría (y yo mismo lo considero un sacrilegio cinéfilo) poner alguna pequeña pega a su final un tanto apresurado respecto al tempo del resto de la historia. Pero no deja ser cuestión de matiz en una película que es una de las cumbres indiscutibles del western clásico.