Los puentes de Madison, habla a través de sus silencios, de sus verdades no expresadas, de su sinceridad, de lo que la vida entrega y nos quita. Desde siempre escuché una frase muy obvia: Elegir significa renunciar.

A lo largo de los años mis verdades incuestionables... esas mismas a las que me aferraba, se han modificado. Ahora no sé si es mejor elegir lo que la vida te va presentando, o la tranquilidad de un hogar seguro, confortable, rutinario y aburrido.

Los cambios que se van presentando te sitúa frente a encrucijadas, que dependiendo del momento, cruzas o bien te alejas.

A través de Meryl Streep, viendo la película, tomamos una decisión, y esa misma puede no ser la misma, diez años más tarde.
LOS PUENTES DE MADISON, es una de las joyas indiscutibles del cine. Jamás la he visto como una historia romántica, sino de una búsqueda interior, desatada por una situación nimia, que hace que te replantees si lo que vives es lo que has elegido, o simplemente, te eligió a ti.