Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Piron
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Piron:
2
21 de julio de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Un trabajado pero muy aburrido falso documental con algunos secundarios notables y buenas escenas de música en directo si no te desagrada del todo el punk. Nada más. Ni conmueve, ni entretiene ni divierte.
Esta es una de esas escasas ocasiones en que no puedo explicarme la nota media en Film Affinity -otra fue, por ejemplo, en "Holy Motors" (Leos Carax, 2012). No es que me parezca sobrevalorada, es que me resulta absolutamente irreal que esté por encima del 3.
La historia no alcanza la tragedia ni llega a ningún sitio y los personajes protagonistas me resultan totalmente planos, no consiguen transmitir nada interesante ni emotivo de ellos mismos, del malditismo del freak o la melancolía autodestructiva del punk, como de hecho pretende la película. Me permito recomendarles que eviten este soporífero producto y si quieren buenas películas sobre el mundo de los grupos musicales vean, en su vertiente más trágica, "Control" (Anton Corbijn, 2007) o, en la más dulce e inocente, "Almost Famous" (Cameron Crowe, 2000).
Esta es una de esas escasas ocasiones en que no puedo explicarme la nota media en Film Affinity -otra fue, por ejemplo, en "Holy Motors" (Leos Carax, 2012). No es que me parezca sobrevalorada, es que me resulta absolutamente irreal que esté por encima del 3.
La historia no alcanza la tragedia ni llega a ningún sitio y los personajes protagonistas me resultan totalmente planos, no consiguen transmitir nada interesante ni emotivo de ellos mismos, del malditismo del freak o la melancolía autodestructiva del punk, como de hecho pretende la película. Me permito recomendarles que eviten este soporífero producto y si quieren buenas películas sobre el mundo de los grupos musicales vean, en su vertiente más trágica, "Control" (Anton Corbijn, 2007) o, en la más dulce e inocente, "Almost Famous" (Cameron Crowe, 2000).