Lo mejor: su banda sonora, abarrotada de temas de la década de los ochenta... El actor Topher Grace me ha sorprendido, existe algo en él que me gusta; esa mezcla canalla y fronteriza que siempre despierta mis más bajos instintos.

La película es un día y su noche, la de unos tipos que quieren pasarlo bien, sin otra pretensión que ligar con esas chicas que casi nunca se encuentran a su alcance.

El desenlace, previsible, y el desarrollo también. Un rato disperso que aprueba con una nota muy raspada. Temática profundamente explotada desde hace décadas, sin que llegue a despertar mucho más que un rato de liviano entretenimiento.