En San Francisco hay dos estaciones bien diferenciadas: la de lluvías- septiembre hasta abril- y las secas- mayo hasta agosto-. Sus inviernos son excesivamente lluviosos, pero no llegan a ser de frío continental. Hay, eso sí, esa sensación desagradable de lugar húmedo, de ese entumecimiento que se adentra por los pies y te deja un malestar en toda la osamenta durante el resto del día; ni siquiera una buena ducha de agua caliente te reactiva del todo la circulación.

La gente dice que el verano es parecido al invierno, pero sin precipitaciones. El aumento de la temperatura un par de grados nada más, hace que la humedad cuaje en una espesa niebla que inunda toda la bahía. En verano, según cuentan, los días son radiantes con temperaturas de 22 a 23ºC, pero al llegar la noche, el termómetro puede llegar a los 8 o 7ºC. Estamos hablando de California, al nivel del mar. Si seguimos viajando hacía el norte por el litoral, llegando a ciudades como Seattle o Vancouver, encontraremos veranos más calurosos.

¿Por qué? Son las peculiaridades orográficas y también una corriente de agua fría que pasa por la zona, supongo que parecida a la corriente de Humbolt de Perú-Chile.

Todo esto no tiene que ver nada con la película, o quizás sí, quizás muchísimo. Al ver la curiosísima climatología de de San Francisco, me vino a la mente esta película. No "Vértigo", ni "Las calles de San Francisco", ni "¿Qué me pasa doctor?", ni tantas y tantas otras. Ésta. La niebla por debajo del Golden State, su banda sonora, abrigos, la sensación de la hierba de un parque que sabes que al tumbarte te empapará.

Me empieza a gustar esta película ahora. Creo que Fincher consiguió lo que quería.


-------

El invierno más frío que pasé fue un verano en San Francisco- Cita falsamente atribuída a Mark Twain.