A veces me gusta ver cine clásico, y ver esas obras tan bien consideradas por críticos y cinéfilos aunque a la postre algunas terminen por decepcionarme o simplemente, no cumplan las expectativas, ya sea por que el ritmo sea diferente y se haga algo pesada o porque los años pasan factura. Otras en cambio hacen justicia a su fama y parece que se hayan hecho ayer.

Con "Ser o no ser" pasa lo segundo. Consigue que prestes toda tu atención desde ese comienzo tan genial, tan sublime. Otras te das cuenta de que están bien hechas, bien trabajadas pero les falta esa chispa que permite engancharte cual clavo en la pared.

Volvamos a ese comienzo. Me parece maravilloso, de los mejores que se han hecho en el cine. Es todo tan sencillo que asusta lo bien que queda todo, y además consigue sacarte alguna carcajada (carcajadas que escasean cada vez más en las comedias de hoy en día).

Luego toda la película transcurre en esa dualidad realidad/teatro en la que a veces te confundes pero que siempre saca una sonrisa por el gran trabajo de los actores y por las ingeniosas (otras no tanto, pero igualmente cómicas) conversaciones que tienen así como todo lo que sucede.

Lubitsch logra hacer una excelente parodia del régimen nazi haciendo que se vea desde una perspectiva diferente, haciéndolo más despreocupado en donde casi todo es posible, desde hacerse pasar por Führer hasta ganarse confianza y amistad de coroneles nazis. Todo gracias a un gran guión en el que todo encaja, detalle del que parecen olvidarse las mayorías de las producciones actuales.

En definitiva tenemos una gran película de humor, basada en un solvente guión y con unas actuaciones bien hechas, imperecedera y que alegrará la existencia de cada persona durante poco más de 90 minutos.

Una gran obra del cine.