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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Drama. Acción Un joven chamán vagabundo (García Bernal), que vive en la selva argentina, va a parar a una plantación de tabaco donde vive un hombre con su hija (Alicia Braga). Ese mismo día, unos mercenarios deforestadores, que llevan tiempo acosándoles, irrumpen en la granja y asesinan al padre ante los ojos de la joven, a la que secuestran. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2022
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Primitivos rituales de la selva argentina de Misiones impetran la llegada de seres benefactores descendiendo la corriente del río.
Y de las aguas llega el joven Kaí (García Bernal), una especie de chamán justiciero que arriba a la plantación de tabaco que en medio de la selva tiene Joao (Diaz) con su hija Vania (Braga) y su ayudante Jara (Vilo).
¿El enemigo? Una banda de malhechores dispuestos a hacerse con sus tierras a sangre y fuego. De hecho su oficio fundamental es incendiar la selva para que sus moradores la abandonen. Insectos incluidos.
"Lo quieren todo", pero el viejo Joao no está por la labor de dar facilidades, "De acá no nos echa nadie".
Estamos en pleno siglo XX con canoas a motor y demás, pero el planteamiento no puede ser más westeriano. Los ganaderos, digo los ambiciosos, quieren hacerse con el último rancho o plantación que queda en la zona. A los demás ya los han echado y a estos los matan raptando a la chica. Pero en su camino se cruza un hombre bueno. Y atractivo. Y, al parecer, con poderes sobrenaturales que sabe explotar.
Hasta una especie de inquietante leopardo acude en su ayuda cuando lo necesita.
En cuanto a la cinta, parte de un guion bastante incomprensible, ininteligible por momentos, una mezcla de western tocado de esa "espiritualidad" últimamente de moda en el género que da unos resultados tan mediocres.
Algunos detalles de la medicina chamánica que practica Kaí capaz de curar un peligroso balazo en el pecho, dejando que sangre la herida para cerrarla luego con la grasa caliente de una culebra mezclada con ciertas hierbas, o el imponente cigarro que lía con hojas verdes de otras plantas al parecer con poderes alucinógenos o enervantes.
La realización presenta unos personajes nítidos, buenos y malos, sin matices. Pero aun así con reacciones que no se entienden. Lo peor, sin embargo, es la extrema lentitud, la falta de pulso, el nulo músculo que muestra casi toda la obra.
En lo positivo la belleza de los paisajes, la fotografía, la música. Un comienzo prometedor que pronto languidece. Rodada toda en exteriores, la selva acaba resultando claustrofóbica. Interpretaciones correctas. Largos silencios, pocas palabras y estas pronunciadas casi con desgana, casi inaudibles.
Al final se recupera un poco el ritmo en medio del humo que ocupa toda la pantalla, "Si los ven disparen, si no los ven quemen". Humo que solo se disipa para el duelo definitivo con los dos antagonistas frente a frente.
En fin, un curioso western en medio de la selva. Interesante. Merece la pena darle un vistazo.
Lafuente Estefanía
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