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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western. Drama William Munny (Clint Eastwood) es un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a su hijos. Su única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega (Morgan Freeman) y de un joven inexperto (Jaimz Woolvett), Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2021
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con perdón, por pretender decir algo nuevo sobre la cinta después tantas valoraciones como ha merecido.
Con perdón, por llamar la atención sobre el cambio climático experimentado por el western desde los polvorientos desiertos de los clásicos (años 30 a 60), pasando luego por la sedienta Almería mediterránea, para llegar a los más modernos donde llueve siempre a manta de Dios. O la industria cinematográfica sigue de cerca los pronósticos del "hombre del tiempo", o dispone de muy buenos medios para crear lluvias y tempestades. A gran seca, gran remojada.
Con perdón, pero no creemos apropiado el calificativo de "western crepuscular" aplicado a lo que no es otra cosa que destacar aspectos sórdidos del género que, por cierto, ha contado a menudo con protagonistas ya entrados en el crepúsculo de su carrera.
Con perdón, pero uno de los aspectos más originales de la película viene dado por la crítica valiente que hace a la exageración de los medios de comunicación americanos de entonces ... y de ahora podríamos decir también. La presencia del escritor llegado del Este para conocer en directo la realidad del pistolerismo, W.W. Beauchamp (Rubinek), le lleva sucesivamente a trasladar su interés (y su admiración) desde Bob el Inglés (Harris) a Little Bill Daggett (Hackamn), para posarlo definitivamente en un antihéroe como William Munny (Eastwood).
Con perdón, pero una buena prueba de esta desinformación la tenemos en el joven The Schofield Kid (Woolvett), un matasiete cegato (¡valiente ironía!) que alardea de su currículum pistoleril y al final su única víctima morirá de "Tres disparos mientras estaba cagando".
Con perdón, por destacar la presencia de la mujer y de la defensa que hace aquí de sus derechos como persona, "Que seamos putas que nos montan como caballos, no quiere decir que nos dejemos marcar como caballos", que proclama la jefa Strawberry Alice (Fisher). Sobre todo frente al propietario de la taberna que reclama sus derechos por la "propiedad maltratada" y devaluada, pues "Nadie pagará por una una puta marcada". Pero también por las componendas que realiza el sheriff para dejar en un castigo económico a los culpables, lo que estuvo a punto de costar la vida de la bondadosa Delilah (Devine), cuando con tanta ligereza manejará luego el látigo o las patadas con otras víctimas.
Con perdón, por llamar la atención del ritmo sosegado pero continuo de la trama que deja espacio para saborear unos diálogos repletos de frases notables, por lo impecable de los aspectos técnicos de la obra, por la interpretación de todos actores, incluso de Morgan Freeman cuyo personaje, Ned Logan, queda un tanto eclipsado en la trama.
Con perdón, pero resultan asimismo bastante acertadas las referencias sanitarias que aparecen. Como la viruela que causó la muerte a Claudia Munny con apenas 28 años, la exquisita cicatrización de las graves heridas que sufre Delilah, también Ned maneja con habilidad la aguja para coser las heridas de Munny y para curar el principio de neumonía que padece con fiebre alta, escalofríos y delirios, o el inefable cartel de Dentristy en Big Wiskey. Incluso la alusión a la fiebre aftosa que parecen padecer los cerdos negros de Munny, y la necesidad de separar enseguida los individuos sanos aunque la medida llegue tarde con frecuencia.
Con perdón, porque también encontramos algunos aspectos negativos en la cinta. Por ejemplo las limitadas facultades físicas de Munny reiteradamente puestas de manifiesto cada vez que sube al caballo, el regusto por arrastrar al personaje por el cieno de la pocilga o por el barro de las calles y, en general, por solazarse en exceso mostrando insistentemente el lado más sórdido del género.
Con perdón, pero nos parece una buena señal que la película haya recibido tantas críticas favorables y tantas tan negativas. Para gustos colores, pero para nosotros es sobresaliente.
Lafuente Estefanía
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