Los Illuminatis o los reptilianos controlan Estados Unidos, los ataques del 11S fueron una conspiración interna, el Área 51 esta hasta arriba de aliens, el aterrizaje de la Luna fue un montaje y a JFK no lo mató Lee Harvey Oswald. ¿Que tienen de verdad y que tienen de mentira estas historias? Por desgracia, son informaciones que nunca llegarán al público. Y eso es precisamente por lo que Jim Garrison luchó hace alrededor de 50 años.

Con el fin de destapar lo que sucedió de verdad aquel fatídico 22 de noviembre de 1963, Jim Garrison (Kevin Costner) intenta desenmascarar a los verdaderos asesinos, ya que es imposible que Lee Harvey Oswald (Gary Oldman) hubiese trabajado solo. Así, junto a su equipo, intentará demostrar que el empresario Clay Shaw (Tommy Lee Jones) estaba relacionado de alguna manera con ello.

La película son aproximadamente 3 horas y 20 minutos que, aunque se hacen largos, lo cierto es que se hacen bastante más cortos de lo que realmente dura y esto es gracias al montaje de la película. Es muy dinámico, mostrando siempre información y mezclando planes de la actualidad con Jim Garrison a planos relacionados con lo que sucedió antes del asesinato.

Además, la película cuenta con un gran reparto para hacer la película más llevadera: desde Kevin Costner en el papel principal, Tommy Lee Jones como el antagonista, Gary Oldman como Oswald y todos los que rodean al juicio (Kevin Bacon como Willie O'Keefe, Michael Rooker...). También posee una gran banda sonora creada por John Wiliams para acompañar al gran montaje anteriormente mencionado.

En conclusión, JFK es una película que, a pesar de su larga duración, tiene elementos para hacer la película redonda: un montaje dinámico, una buena banda sonora, una trama intrincada e intrigante y un gran reparto de actores. Además, tiene la capacidad de ser provocadora y hacer reflexionar sobre el tema que trata a los espectadores.