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Colombia Colombia · Bucaramanga
Voto de Andres Botero:
9
Bélico. Drama La guerra no acaba cuando se firma la paz. Cuando Alemania se rindió en 1945, en la costa occidental danesa comenzó otra dura batalla: la de los jóvenes soldados alemanes que fueron obligados a retirar miles de minas plantadas en la arena por el ejército nazi. Zandvliet muestra el maltrato infligido a esos prisioneros, un oscuro episodio de posguerra poco conocido. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2017
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Vi “Under sandet” (“Land of Mine”, Dinamarca, 2015) dirigida y escrita por Martin Zandvliet [1971- ], de quien es esta la primera película que le veo. El reparto está conformado por Roland Møller, Louis Hofmann, Mikkel Boe Følsgaard, Laura Bro, entre otros. La cinta narra la vida de un pelotón de prisioneros de guerra alemanes, unos niños, sobrevivientes de la guerra, que son destinados a limpiar de minas terrestres una playa, bajo el comando de un sargento del ejército danés. La película, estéticamente hablando, está bien hecha. La fotografía, la música, el diseño de escenas, la edición, en fin, todo, está bien pensado para el suspenso, de un lado, y el drama, del otro. La película cae, si somos amplios, en el género de cine bélico, pero más fuerte aún es su componente dramático y de suspenso. Empiezo por lo primero: el filme parte de la distancia emotiva que hay entre vencidos y vencedores, pero con el tiempo, esa distancia se desvanece, recordando que, ante todo, somos humanos. Si se permite a los enemigos convivir, más allá de las ideologías, fácilmente surge entre ellos la empatía. Frente a lo segundo, si bien la narración es predecible en buena medida, no por ello deja de generar suspenso, cosa que es bien “explotada” (en alusión a las minas terrestres) por el director. Agrego, que la obra nos invita a cuestionarnos no sólo frente al pasado (el dolor de los niños soldados, los sobrevivientes de la Werhmacht) sino también ante el futuro: la guerra enfrenta a personas desconocidas entre sí. Si se conociesen bien, tal vez las cosas serían distintas. La maldad se funda en la distancia. Finalmente, invito al espectador a meditar la transformación, con sus altibajos, del sargento. Tal vez hubiese aumentado el drama haber explicado el porqué de su odio a los alemanes. Pero aun así, se constituye en una buena cinta que, no en vano, fue nominada al Oscar, en el 2016, como mejor película de habla no inglesa, entre las nominaciones y los premios que ha recibido. Concluyendo, de las mejores películas que he visto recientemente. 2017-08-18.
Andres Botero
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