No soy muy dado a ver animes, y quizá ese sea el principal motivo por el que "Death Note" me haya parecido poco menos que una serie redonda. No he visto Lain, Ghost in the Shell SAC, Cowboy Bebop, Samurai Champloo, GTO o Berserk, entre otras de las que están muy bien valoradas, pero estoy seguro de que aunque las conociese, mi percepción de la serie de Tetsuro Araki sería exactamente la misma.

El primer mérito es conseguir que la historia no nos la tomemos a coña: un chaval encuentra una libreta y al escribir un nombre en ella, esa persona la palma. Podría haber caído fácilmente en la estupidez, y no lo hace. Todo el argumento se enfoca desde un punto adulto, no hay niñerías, no hay ninjas ni robots gigantes. No es Naruto, ni Dragon Ball. Es un thriller con elementos sobrenaturales, una historia de intriga perfectamente calculada, con un catálogo de personajes sencillamente asombroso y que no decae en casi ningún momento.

La inteligencia de Yagami Light y el duelo que mantiene con L es uno de los pilares de la serie. A partir de equis momento relacionado con este último personaje (episodio 25) la cosa decae un poco hasta levantar el vuelo de nuevo con una conclusión final sencillamente espectacular. Los dos últimos capítulos son, a mi juicio, junto al primer episodio de Elfen Lied, lo mejor que se ha hecho en un anime. La serie engancha, entretiene, hace reflexionar. Y eso está al alcance de muy pocos guionistas. Que a mi, que no soy dado a engancharme a series, haya conseguido atraparme de esta manera, es como poco curioso.

Por mi parte, se sube a los primeros puestos de mis series preferidas. No os la perdáis y, eso si, os recomiendo verla en versión original. El doblaje no es malo del todo, pero cambian muchas cosas que hacen que la trama pierda un poco de sentido. Además, las voces originales son sencillamente perfectas. Obligada, tanto para amantes del anime como simplemente los que quieran disfrutar de un magnífico ejemplo de cómo crear una historia apasionante y que no deja lugar para el aburrimiento. Puede que al principio moleste un poco la extremada casualidad de según que cosas, pero aún así no empaña lo que es casi, casi perfecto.