Una de las características de la saga de Saw es que, a medida de que la trama avanza en cada película, se crean o incluyen muchos personajes que fueron importantes en la vida de John y se disponen como victimas o victimarios. En el caso de Saw 3D (o "El Capítulo Final", nombre bien merecido en mi opinión), se rescata a un personaje del que, desde la primera entrega, jamás se le volvió a ver. Se trata del doctor Lawrence Gordon quien, tras haber sobrevivido al juego macabro de John, se vuelve discípulo de éste tal como lo fueron Amanda y el detective Hoffman, convirtiéndose en una pieza clave del ambicioso y enfermo proyecto de John. Esto no es nada nuevo al referirse a las "sorpresas" con respecto a la historia, sin embargo, este fue muy inesperada puesto que el doctor Gordon jamás había sido nombrado en las 5 películas subsiguientes sino hasta en ese entonces, la última entrega de la saga. Hasta ahí todo bien, la saga había finalizado de una manera gloriosa y justa, agotando al máximo la utilidad de cada personaje puesto que prácticamente casi todos se encontraban muertos. En pocas palabras, no había nada más que mostrar, nada más que revelar y nada más que elaborar: todo estaba ya agotado y escurrido, la saga, como dije, había finalizado bien y sin ningún inconveniente.

Ahora bien, el problema principal de Jigsaw reside en que fue un desastroso y penoso intento de exprimir un poco más la trama y también estrujar un poco más a los personajes; aún si eso implicaba crear unos nuevos. Recuerdo haber dicho que casi todos los personajes estaban muertos y, en efecto, quedan unos pocos cabos sueltos. Wan y Whannell podían haber creado una historia teniendo muy en cuenta y presente a estos personajes y se podía crear una secuela decente y una trama que siguiera con las mismas bases de la saga original.

Pero no; Wan y Whannell decidieron romper con esta alternativa y sugirieron un nuevo estilo que difícilmente pueda ser un preludio para una secuela de Saw. En primer lugar, ambos cayeron en el graso error de crear personajes que anteriormente no existían o nunca se dieron a conocer en las anteriores entregas. Un ejemplo claro de ello es Logan, quien supuestamente participó en un juego macabro de Kramer debido a que fue él quien había confundido las radiografías iniciales del mismo con otro paciente, impidiendo que se le detectase el cáncer que padecía a tiempo, y quien supuestamente fue salvado por el mismísimo Kramer debido a que no podía condenarlo por un error equívoco y técnico. Dicha premisa suena muy estúpida y absurda; suena más como un pretexto arrastrado para favorecer indirectamente al personaje y dejar en ridículo a Kramer.

Otra cosa a tener en cuenta es la manera en cómo el personaje "desarrolla los juegos", porque en realidad él nunca desarrolló ningún juego macabro; solo confundió (de manera muy ingenua, cabe decir) al detective Halloran; una persecución metódica y evidentemente bien planeada para arrastrar a Halloran a su muerte en una especie de venganza que raya en lo ridículo y siniestro, a juzgar por la forma en cómo perece asesinado. Además, queda decir que el estremecimiento causado por la supuesta resurrección de Kramer se desvanece funestamente al comprobar que en realidad esos juegos se desarrollaron hace diez años (sospechoso, ¿no?). Esto hay que tenerlo muy en cuenta porque al parecer el "imitador" está elaborando todos estos planes para sorprender al espectador y no para atrapar a Halloran. Es decir, Logan cree que le está dejando todo claro a su contendiente, cuando en realidad esta demasiado confundido y es el espectador, en realidad, quien está al tanto de los sucesos, Finalmente hay que decir que esta película deja muchos cabos sueltos: ¿qué pasó con el cuerpo de Kramer que fue sacado del ataúd?, ¿qué pasó con la ayudante de Logan y qué sucede después? Quizá estas dudas sean resueltas en la siguiente entrega, pero por ahora, todo está en mesa de discusión. Un filme realmente decepcionante.