Una gran serie, por lo que parece ser una serie para chavales, se va convirtiendo en una serie para todos los públicos. Una serie sin pelos en la lengua, que dice las cosas como son aunque ofendan.

Me encanta las clases de filosofía, aunque claro está, de una forma muy resumida te da pinceladas de grandes filósofos y grandes frases de la historia.

Hay mucha crítica, sobre todo a los políticos, y también a la educación.

Se ve una progresión de los personajes, de como van aprendiendo lo básico de la vida, y sobre todo y quizás lo más importante, se aprende a cuestionarlo todo. Que todo tiene que tener un límite, pero el pasotismo no tiene cabida aquí y cuestionarlo es la salida para obtener una solución a un problema o una pregunta existencial.

Recomendable, sobre todo para la nueva adolescencia aprenda lo básico, sin pelos en la lengua y directamente.