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España España · Granada
Voto de Kikivall:
3
Serie de TV. Drama. Comedia Serie de TV (2015-2018). 3 temporadas. 40 episodios. El profesor de filosofía Merlí Bergeron (Francesc Orella) escoge a un grupo de alumnos de bachillerato para convertirlos en "los peripatéticos del siglo XXI". Como si se tratara de un nuevo Aristóteles, Merlí les enseña a cuestionar las cosas y a reflexionar. Pero, por su carácter irónico e irritante, despierta antipatías en el instituto, porque no todos los profesores están ... [+]
15 de marzo de 2018
24 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustan las películas de profesores y alumnos y he visto algunas que me han gustado bastante. Por ejemplo, “Semilla de maldad” (1955) de Richard Brooks e interpretada magistralmente por Glen Ford; alumnado conflictivo, potenciales delincuentes. De manera equivalente, “Rebelión en las Aulas” de James Clavell, 1967 con un con Sidney Poitiers sembrado como protagonista; también chicos muy difíciles. Incluso me resulta entrañable “Los chicos del Preu” (1967) de Pedro Lazaga.

Pues bien, no hace mucho, yo, que no veo series por falta de tiempo, me decidí a ver “Merlí” recomendada por una amiga que me decía que el protagonista era un filósofo, que si pitos y que si flautas. Es una serie sobre un profesor de filosofía Merlí Bergeron (Francesc Orella) con un grupo de alumnos de bachillerato y su intento por enseñarlos a a reflexionar y cuestionarse las cosas. Pero Merlí es cáustico, provocador e inmoral, lo cual que no duda enrollarse con la primera señora que se le ponga a tiro, esté casad, soltera, ennoviada o medio pensionista. Además ha sido desahuciado de su piso por impago (okupa el señor) y tiene que volver al hogar materno con madre exótica actriz de teatro: muy habitual; y no cae simpático en su Centro por sus comportamientos, manías y engreimiento. El caso es que empecé a verla ¿Qué cosas me llamaron la atención? Veamos:

1) El alumnado, salvo algún caso aislado son chicos de la burguesía catalana, provenientes muchos de ellos de familias rotas: padres divorciados, familia monoparental, padres dictatoriales, y así…

2) El centro no se parece demasiado a los institutos de secundaria públicos que conozco. Más bien parece un privadete con atención personalizada a un alumno agorafóbico que más bien parece un ‘niño lobo’.

3) Los jóvenes son poco representativos de la actual juventud adolescente. Son chicos pudientes que parecen sabérselas casi todas y que mantienen una relación de confrontación ‘sin causa’ con los profesores, por ejemplo con el profe obeso de lengua al que, por más que buena persona, se la tienen sentenciada. Todo esto sin olvidar que no son chicos de la ESO, son de ¡Bachillerato! O sea, camino a la Universidad.

4) Merlí no es ningún ejemplo. Tal vez por su extravagancia y cara dura es por lo que la serie ha triunfado, sobre todo entre los jóvenes que ven en el tal profesor un coleguita que sirve tanto para un roto como para un descosido, incluso para ligarse a la madre de algún alumno.

5) Todos, pero todos sin excepción, conducidos por los guionistas (Héctor Lozano, Mercè Sàrrias y Laia Aguilar), hacen gala de un lenguaje chabacano, soez, grosero y nada habitual entre la juventud. Jamás he oído decir a un joven que “si mi madre folla con tal”; que “tu padre le pone los cuernos a tu madre”; que si “me voy a hacer una paja”; que “te la pelas”; un padre que le dice a su hijo “me importa dos cojones lo que pienses”; el profesor a la madre de un alumno: “me pones caliente, o cachondo”, etc. Quizá esta jerga sea, no sé, más propia de esa burguesía catalana que se aproxima supuestamente a Europa. Sin embargo, con esos diálogos tan desagradables y obscenos, dudo que la serie pasara el corte en Europa, EE.UU. y no digamos en otras culturas. Mi madre decía, no sin razón que “las buenas palabras y el caldo de gallina nunca hicieron mal a nadie”. Pues esto de Maerlí es al revés.

6) Es cierto que hay frescura en la interpretación de los jóvenes y que los actores no lo hacen mal. Un punto.

7) Pero de Filosofía poquito y simplón: mucho peripatético y poca chicha. Cero puntos.

8) Hay aspectos que salen y que son de actualidad: el tema de los móviles, las relaciones entre los jóvenes, la homosexualidad, etc. nada que no se sepa. Que se lo pregunten al juez Calatayud.

En fin, veo que la serie cosecha buenas críticas de parte de los que hablan de ella en esta página; probablemente sean jóvenes burgueses y de buena familia y estén por encima de la media. Ahora bien, no entienden la lectura “El lobo estepario” de H. Hess: ¡eso sí responde a la realidad de una juventud que, no por culpa de ellos, es bastante inculta!

El crítico de esta página “Calas” escribe: “Por cierto, tengo 19 años, soy joven, y no por ello no me considero tan estúpido como Merlí nos quiere hacer ver. Los jóvenes no somos estúpidos”.

Y no digo más porque me da la risa. Ahora quizá alguien me quiera poner a escurrir por no reír las gracias de la serie. Pero no hablo de memoria. Llevo cuarenta años de profesor universitario.
Kikivall
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