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España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Cine negro. Acción. Thriller. Drama Chicago, años 30. Impera la 'Ley seca', que prohíbe la venta de alcohol. El idealista agente federal Eliot Ness (Kevin Costner) persigue implacablemente al gángster Al Capone (Robert De Niro), amo absoluto del crimen organizado en la ciudad. La falta de pruebas le impide acusarlo de asesinato, extorsión y comercio ilegal de alcohol, pero Ness, con la ayuda de un par de intachables policías (Andy Garcia y Charles Martin Smith) reclutados ... [+]
16 de febrero de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vale, sí, de acuerdo: «Los intocables de Eliot Ness» no es una maravilla del Séptimo Arte y, es más, el tono aventurero y cuasi juvenil la perjudica bastante. Más seriedad y menos sentido del espectáculo le hubiera sentado bien. Pero Brian De Palma no busca un complejo entramado mafioso y policiaco, ni una biografía detallada del innombrable de Al Capone. Sus intenciones son, por llamarlo de alguna manera, optimistas, frescas, caprichosas casi, con espléndidos tiroteos y el gancho de los nobles ideales.

Cómo no, contribuye a su irremediable encanto la banda sonora del epopéyico Ennio Morricone, quien nos aclara con unas cuantas notas musicales y unos cuantos compases lo que significa la épica. Escuchemos su «Victorious» para sentir una emoción elevada y grandiosa que nos invade y nos supera; de hecho, nos entran ganas de cabalgar por la frontera canadiense rifle en mano, dispuestos a dejar la vida por una causa siempre perdida y siempre reconquistada.

Sean Connery se llevó el Oscar al mejor actor de reparto y, claro, viéndole una comprende que hay actores y Actores. No quiero desmerecer en nada a sus compañeros, que me encantan, pero es que Connery demuestra unas tablas y un dominio escénico que estoy por decir que ya se ha perdido porque pertenece a otros tiempos y a otras generaciones. Igualmente, Kevin Costner pertenece a otra especie: la especie de los hombres que nos vuelven locas. Redundar en su masculino pero, de alguna manera, plácido atractivo es innecesario, así que simplemente diré que su look en las montañas, con esas botas y la chaqueta de cuero, supone todo un acierto.

El resultado, a fin de cuentas, es una película carismática, cuidada y de muchísima atmósfera y estilo, con unos años treinta llenos de elegancia y brutalidad. Por momentos, incluso antológica.
Kaori
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