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Voto de Grandine:
4
6,1
20.121
Thriller. Acción
A las 8:02 de la mañana, el detective de la policía de Nueva York Jack Mosley tiene encomendada una misión aparentemente sencilla. El delincuente Eddie Bunker está citado para testificar ante un gran jurado a las 10 en punto, y Mosley debe trasladarlo desde la celda al juzgado, a 16 calles de distancia. Cuando Jack, que tiene serios problemas con el alcohol, mete a Eddie en el asiento trasero de su coche y se dispone a atravesar Nueva ... [+]
22 de julio de 2008
28 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son los que le daba al guionista, toditos para él. Bueno, quizá también a Mos Def por su lamentable actuación y algún otro a David Morse, porque con lo que me mola a mi este tío, parece de vergüenza ajena, no sólo el papel que aceptó en esta peliculilla, sino lo mal que lo llega a hacer... pero en fin, es lo que se suele comentar: El dólar es el dólar.
Pero bueno, a lo que íbamos, que al guionista había que dejarle la nuca colorada a base de pescozones por, de una trama que podría haber sido tan interesante y trepidante, sacar un puñado de momentos más cercanos al sentimentalismo barato y a la moralina de garrafón, cuando no pintaban nada ahí, por acompañar a uno de los personajes principales de una verborrea insufrible, por querer hacernos creer que los policías pueden llegar a ser tan tontos como para montar esos saraos sin que las consecuencias de todo lo que llegan a armar influyan en nada y, sobretodo, en especial, por meter el maldito giro de marras, que nos da a entender directamente que el camino recorrido, ha sido en balde, ya que nada de ello tiene sentido (1).
Lo que sí sorprende realmente, es ver a ese Bruce Willis demacrado, deshecho y con el peso de los años tras sus espaldas, interpretando de forma tan compacta un personaje que, tras tantos tipos con el don de la verborrea y el chiste fácil, resulte distinto y complemente una carrera en la que ha vivido de interpretar antagonistas de este Jack Mosley.
A Richard Donner se le nota que es un tipo con muchos años de carrera a sus espaldas especialmente en la segunda parte del film, donde logra que todo resulte firme y consistente -pese a las fugas del guión-, haciendo que, tras esa flojita primera mitad, donde todo se antoja rodado sin fuerza, sin energía y sin nervio -aunque sí bastante ritmo, todo sea dicho-, el global quede en algo visible, sólo rescatable por algunos puntos bastante curiosos y por un final que, aunque empalagoso, funciona a medias dentro de lo que cabe. Y eso ya es algo que muy pocos consiguen a día de hoy.
Pero bueno, a lo que íbamos, que al guionista había que dejarle la nuca colorada a base de pescozones por, de una trama que podría haber sido tan interesante y trepidante, sacar un puñado de momentos más cercanos al sentimentalismo barato y a la moralina de garrafón, cuando no pintaban nada ahí, por acompañar a uno de los personajes principales de una verborrea insufrible, por querer hacernos creer que los policías pueden llegar a ser tan tontos como para montar esos saraos sin que las consecuencias de todo lo que llegan a armar influyan en nada y, sobretodo, en especial, por meter el maldito giro de marras, que nos da a entender directamente que el camino recorrido, ha sido en balde, ya que nada de ello tiene sentido (1).
Lo que sí sorprende realmente, es ver a ese Bruce Willis demacrado, deshecho y con el peso de los años tras sus espaldas, interpretando de forma tan compacta un personaje que, tras tantos tipos con el don de la verborrea y el chiste fácil, resulte distinto y complemente una carrera en la que ha vivido de interpretar antagonistas de este Jack Mosley.
A Richard Donner se le nota que es un tipo con muchos años de carrera a sus espaldas especialmente en la segunda parte del film, donde logra que todo resulte firme y consistente -pese a las fugas del guión-, haciendo que, tras esa flojita primera mitad, donde todo se antoja rodado sin fuerza, sin energía y sin nervio -aunque sí bastante ritmo, todo sea dicho-, el global quede en algo visible, sólo rescatable por algunos puntos bastante curiosos y por un final que, aunque empalagoso, funciona a medias dentro de lo que cabe. Y eso ya es algo que muy pocos consiguen a día de hoy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
(1) Y es que... ¿pretenden hacernos creer que un policía que protege a un tipo que va a inculpar a sus compañeros y a él -esto último sin saberlo el tío a quien protege, obviamente- va a pasarlas canutas, darse carreritas o meterse en tiroteos para terminar testificando él? ¿O va todo de una especie de viaje de redención que culmina cuando el personaje de Willis deja huir al de Mos Def porque cree que ya ha hecho suficiente y que quién debería dar la cara es él? Lo cierto es que no me creo nada, y que no cuadra ni a porretazos la cosa... pero bueno, todo sea en Hollywood, por dar el campanazo final, como no.