William Dieterle conocido por «La vida de Emile Zola» o «El hombre que vendió su alma» dirige «Jennie» en su título en español, una película sobre un hombre que es artista ya que pinta cuadros y que se encuentran en horas bajas pero que un día paseando por Central Park encuentra a una niña con la que tendrá una serie de encuentros en los que descubrirá algo sobre Jennie, la niña, que no esperaba. Los protagonistas son Jennifer Jones como Jennie, la chica, conocida por «La canción de Bernadette» o «Duelo al sol» y Joseph Cotten que interpreta a Ebe, el pintor, conocido por «Ciudadano Kane» o «El tercer hombre».

Se trata de una cinta dramática con elementos de fantasía, misterio y romance en el que su mayor error es no dar un cierre a la trama de la chica de manera que sepamos qué es lo que realmente está pasando durante toda la película porque yo no me enteré aunque igual se sabe y es que me pilló con dos neuronas. La película en sí está bien no diré que es bonita porque no lo es, es una película normal por la que, eso sí, no pasa el tiempo por la falta de todo tipo de pretensiones. Algo curioso que tiene es que a veces vemos las imágenes proyectadas en un lienzo y parece que estamos viendo un cuadro pero esto que al principio parecía aportar algo al conjunto al final se queda en nada.

Las actuaciones están bien pero vamos no es que tengan mucha carne que echar al asador. Correctos.

No tiene metascore y en la tomatá tiene un O_o noventa y un por ciento siendo que de once críticas tiene solo una negativa con una nota de uno de cinco. Las positivas la llaman «obra maestra» o «la película romántica absoluta jamás hecha» y yo me quedo sin palabras para cerrar mi crítica.