Desde luego que no soy objetiva en esta reseña, es difícil serlo con las cintas de nuestra infancia.
De pequeña veía Poirot en vez de Pocoyó, así que ya estaba cociendo en mi interior el factor asesinato y misterio.

Probablemente imposible de ver si no eres su público objetivo, y la verdad que me ofende un poco serlo, es la única serie empezada en este siglo que me ha gustado. Para un público en su mayoría femenino, bastante superficial que se emocione fácilmente con el misterio o básicamente con cualquier cosa.

La verdad que tiene todas las cosas que me disgustan y de las que me quejo en otras series y películas:
- Personajes a manos del fanservice: no lo soporto y aquí me encanta.
- Típicos argumentos que cambian de golpe porque son guiones escritos sobre la marcha: no lo soporto y aquí me encanta.
- Una falta absoluta de reflexión humana o profundidad: no lo soporto y aquí me encanta.

Fijaos en que la he puesto a caldo y aún así digo que me encanta. Esto se llama placer culpable.