Sí, se puede si eres Ernst Lubitsch.
Supongo que además, entre esta película y El Gran Dictador, la obra maestra imperecedera de Chaplin, podría crearse la distinción de "Película más valiente", por haberse hecho ambas durante la II Guerra Mundial, con Hitler aún vivito y coleando. Pero mientras la obra de Chaplin era más una parodia sobre Hitler y un canto contra el antisemitismo y por la paz, Ser o no ser es simple y llanamente una comedia perfecta, con un ritmo endiablado, actores maravillosos (ojo a Carole Lombard... qué lástima que muriese tan joven), gags para la historia y un agradecido toque ligero que suaviza el drama que se vivía en Europa, aunque nunca lo olvida.
Una de esas películas que hacen grande al cine clásico. Una película que debería ser de obligado visionado en todas partes, y muy especialmente en los colegios, aunque hubiera que atar a las sillas a esos adolescentes. Quizás así, se dejarían de tanto Crepúsculo y tanta tontería y aprenderían lo que es el buen cine de verdad.