Lo primero es lo primero. La comparación de esta serie con la magistral Sherlock es absurda e injusta, porque son dos productos totalmente diferentes. Mientras que la serie protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman es más un drama con toques de comedia y mucho misterio en la mejor tradición británica (gran guión, gran puesta en escena, empaque narrativo y dramático), Elementary es un puro y duro entretenimiento más en la línea de Se ha escrito un crimen o incluso la española Los misterios de Laura. La serie es buena, muy entretenida, tiene capítulos maravillosos (sobre todo los que envuelven a Irene Adler y a Moriarty) y da exactamente lo que ofrece, es decir, mucho humor con misterio y pinceladas de ligero drama (menos quizá del que sería deseable). Además, se saca un enorme partido al cambio de sexo de Watson gracias a la presencia de la siempre interesante Lucy Liu, que forma una espléndida pareja con Jonny Lee Miller, brillante en la piel de un Sherlock inquieto y siempre sorprendente.
En definitiva, una serie notable, perjudicada solo por las comparaciones absurdas con su hermana de la BBC.

Lo mejor: Lo entretenida que es y la química de su pareja protagonista, sin olvidar a la siempre maravillosa Natalie Dormer en la piel de Irene Adler, que vuelve a dar una lección de talento y carisma.
Lo peor: Se echa en falta algo más de trascendencia y de entidad dramática en la situaciones y personajes, muy de usar y tirar.