Es Nolan, sin duda, un director diferente, arriesgado, genial a veces. Su mayor defecto, si es que esto lo es, es intentar epatar permanentemente al espectador, en cada escena, en cada acción. Pero sin duda estamos ante uno de los grandes. Alguien capaz de dirigir El Caballero Oscuro o Interstelar no puede pasar desapercibido.

En esta película marca un rumbo hacia un cine complejo y a la vez de masas, con actores de tanta calidad como los que componen este reparto, escenas de acción de millones de dólares, escenarios grandiosos por todo el planeta. Cine en estado puro. Y además, hay historia. Compleja, a veces arbitraria, sí, pero un guión bien construido que nos va llevando por un mundo onírico y paralelo verdaderamente creíble.

Destacar a actores rescatados como Berenger, Caine y a los ya emergentes Hardy Cotillard o Gordon-Levitt en otro gran acierto de Nolan, el casting casi perfecto, algo que suele ser seña de identidad del director británico que quiere alcanzar al maestro Kubrick y firmar una obra maestra por género. Esta no lo es, pero sí es una muy buena película.

Tanto es así, que tras 9 años vuelvo a revisarla, en cine, por supuesto, y le sumo un punto más a su ya buena puntuación. Esperando ya a TENET y al empujón que su estreno debe dar a los cines en estos terribles tiempos de pandemia. Gracias, Nolan, por no estrenar en plataformas.