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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Comedia. Drama. Bélico El capitán Josiah Newman (Gregory Peck) es el jefe de la unidad de psiquiatría de una base militar durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Aunque vive entregado al cuidado de sus pacientes, hace todo lo posible para no volver al frente. Le preocupan especialmente tres pacientes que comparten un insuperable complejo de culpa por las muertes que han causado: el coronel Bliss (Eddie Albert), el cabo Tompkins ... [+]
28 de octubre de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El miedo, el dolor, las torturas, el sentimiento de culpa… o la condición de muerte inminente, entre otras tantas causas, suelen llevar a los soldados que van a la guerra (y también a las personas víctimas de violación) a un estado de trastorno mental conocido como Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Entre los síntomas se identifican: la tristeza recurrente, la hiperactividad, pesadillas, introspección, mutismo, agresividad…

En el año 1944, en el aeródromo militar de Colfax, California, un hombre muy especial tiene a su cargo el hospital psiquiátrico a donde llegan los miembros de la fuerza aérea estadounidense (y también los prisioneros de guerra) víctimas de traumatismos que ameritan tratamiento. El médico-psiquiatra, se llama Josiah J. Newman, pero, allí se le conoce, principalmente, como Capitán Newman, y tiene una alta fama ganada por la eficacia con la que trata a los usuarios de sus servicios. Para su suerte, a su cargo llegará un enfermero políglota y con un gran sentido del humor -el cabo Jackson Leibowitz-, y complementados, luego, por la guapa enfermera Francie Corum, entre ellos harán que, aquella seccional médica, sea digna de la más grata recordación.

Richard L. Breen, junto a la pareja Phoebe y Henry Ephron, se encargaron de adaptar la novela homónima de Leo Rosten, el cual se inspiró en el médico-psiquiatra, Ralph Greenson (1911-1979), quien, más que por esta encomiable labor, sería luego reconocido por haber sido el psicoanalista de estrellas como, Tony Curtis (quien aparece en el filme como el inolvidable Leibowitz), Frank Sinatra, Vivien Leigh… y sobre todo, Marilyn Monroe, con quien mucho se trató de enredarlo, quizás para desviar las presuntas responsabilidades de los hermanos Kennedy.

El director encargado fue, David Miller, y doy fe de que éste ha logrado un filme con un gran vigor humano, pues, entremezclando un significativo drama con deliciosos toques de comedia, va tejiendo un alegato antibelicista muy bien documentado y con la mesura necesaria. Resulta muy fácil encariñarse con el personal médico, como con aquellos pacientes que, gradualmente, nos darán a conocer las causales de sus trastornos… y uno va quedando convencido, por enésima vez, de que toda guerra es una barbarie que no debería padecer ninguna sociedad.

Gregory Peck, Angie Dickinson, Eddie Albert, Bobby Darin y Robert Duval, nos ofrecen sensibles interpretaciones y, <<CAPITÁN NEWMAN>> -precursora de la celebrada “M.A.S.H.” (Robert Altman, 1970)-, lo tiene todo como para convertirse en un filme de la más grata recordación.

“Un hombre necesita creer que su paso por el mundo ha servido para algo”, dice el médico en la película. Quizás esta historia anime a alguien a seguir por ese bello sendero.
Luis Guillermo Cardona
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