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Voto de razingerpetaz:
1
7,4
97.792
Thriller. Intriga. Drama. Ciencia ficción
En Londres, a finales del siglo XIX, cuando los magos eran los ídolos más aclamados, dos jóvenes ilusionistas se proponen alcanzar la fama. El sofisticado Robert Angier (Hugh Jackman) es un consumado artista, mientras que el tosco y purista Alfred Borden (Christian Bale) es un genio creativo, pero carece de la habilidad necesaria para ejecutar en público sus mágicas ideas. Al principio son compañeros y amigos que se admiran mutuamente. ... [+]
18 de febrero de 2010
18 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuevamente engañado por la nota media que tenía esta película. Antes de nada, debo decir que Christopher Nolan es uno de los mejores directores que conoce mi mente limitada y lo valoro mucho. Sin embargo un exceso de inteligencia, pericia, buena voluntad o lo que sea, pueden dar lugar a que una película te deje una sensación amarga, absurda, extraña. Totalmente desconcertado. Así es como me siento cuando descubro el final de la misma. Un final creado para intentar hilar un guión demasiado deshilado, con saltos en el tiempo, personajes y diálogos difusos que luego resultaban ser fundamentales para entender el final. Un final que convierte en estúpidas a las personajes femeninas o esa concepción del amor momentáneo como parte de la personalidad producto de la inestabilidad de los artistas, escritores, pintores, creativos etc. Por eso le doy un uno porque me desencantó profundamente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo de la máquina de clones, es lo más estúpido que pudo haber introducido en la película, carece de la lógica necesaria. Es como si por ejemplo estás viendo la película de celda 211 y de pronto aparece en la pelicula un androide robot con capacidad para viajar en el tiempo, como un personaje más dentro de la temática de la película. No tiene sentido. Además, los flashback retuercen la trama inutilmente provocando en el espectador, ganas de darle un bofetón a Christopher. Tontería final. El desperstigio.