Pongamos a True Detective donde merece estar...

La ópera prima del hasta ahora poco conocido Niz Pizzolatto se ha convertido en todo un fenómeno de masas que ha registrado récords históricos en las principales bases de datos de cine y series. ¿Por qué será?

La serie se centra en la investigación de dos detectives, Marty y Rust, a raíz del hallazgo de un cadáver que ha sufrido un ritual de satanismo. Ni la profesión de detective ni el culto al satanismo son argumentos nuevos en el territorio de las series. Sin ir más lejos, la serie de Hannibal (Bryan Fuller) se centra en conceptos (o estética) parecidos aunque con resultados diferentes. Ya habíamos visto cadáveres con cuernos de reno aunque la atmósfera que nos plantea el nuevo director es totalmente distinta.

La trama sigue la clásica estructura de thriller de investigación policial aunque el montaje, mezclando dos épocas diferentes de la historia, le aporta un valor añadido muy interesante.

La actuación de los dos protagonistas, Matthew McConaughey y Woody Harrelson, es impecable. Los dos compañeros ejercen papeles antagónicos en lucha de un mismo enemigo y este contraste de caracteres aporta fluidez a la historia. No sería de extrañar que McConaughey reciba un galardón por el papel de Rust Cohle.

La acción y el misterio están acompañados de una reflexión moral. Durante la serie se nos rebelan pinceladas de la evolución psicológica de Rust, un personaje oscuro con trazos nihilistas y profundamente agnóstico que contrasta con la sencillez y el tradicionalismo (con doble moral) de su compañero Marty.

Merece mención especial el logrado opening de la mini-serie: una pieza de una atmósfera muy personal y que responde a unos cánones estéticos muy actuales. Muy hipster, vamos.

En definitiva estamos ante una obra que, sin duda, merece la pena conocer y que tiene pinta de ser una de las bombas del año. Sin embargo, no estoy de acuerdo con la elevación de categoría que he observado en la red. Poner en el podio a True Detective al lado de clásicos como The Wire y The Sopranos y obras más recientes como Breaking Bad o Boardwalk Empire me parece un tanto excesivo (pura opinión personal).