El director Derrick Borte no es muy conocido en nuestro país y sus películas han pasado sin pena ni gloria por nuestra cartelera (incluso algunas ni siquiera llegaron a estrenarse). Ahora nos presenta su quinto largometraje, un thriller que ha inaugurado la reapertura de las salas de cine de Estados Unidos y lo ha hecho con un ritmo frenético y éxito de taquilla. La película tiene como protagonista a Russell Crowe, un furioso e inesperado psicópata, sobrado de kilos, adrenalina y mucha mala leche.

La trama es muy sencilla, en apariencia, tras una insignificante discusión de tráfico con una joven que le recrimina su falta de reflejos en un atasco, Tom (el personaje interpretado por Ruseell Crow) inicia una imparable persecución letal, donde nada ni nadie se le pondrán por delante para acabar con la joven.

Todo el mundo y sobre todos los que conducimos a diario nos hemos visto envueltos en alguna discusión por cualquier tema relacionado con el tráfico, pues aquí tanto el director como el guionista Carl Ellsworth lo llevan al extremo. La cinta no levanta el pie del acelerador, la emoción y las persecuciones están presentes hasta la escena final.

La película intenta plantear en todo momento una serie de cuestiones al espectador, nos hace pensar como actuamos como sociedad, si somos realmente solidarios unos con otros. Pero también intentan mostramos el lado oscuro que cada ser humano lleva dentro y hasta donde está dispuesto a llegar.

Aparte de la interpretación masculina, también hay que destacar a la joven protagonista, una mujer que está en pleno proceso de divorcio, con las consecuencias emocionales que eso conlleva. Tiene a su cargo a su hijo, un hermano y a su madre y por si eso fuera poco acaba de perder su trabajo. Para mi gusto defiende bastante bien el papel.

La película sirve para pasar un rato agradable, es verdad que la historia la hemos visto ya muchas veces, pero no aburre, el director sabe muy bien lo que nos ha querido mostrar y en parte consigue lo que pretende. Si no le pides mucho y te dejas llevar, pasaras un buen rato (bueno con algunas escenas, no tanto)

Lo Mejor: El ritmo frenético que no te permite ningún respiro
Lo peor: El guion es muy simple y poco original.

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