La película más extraña que he visto en mucho tiempo. Tanto la dirección, como la dirección artística, la fotografía y las interpretaciones de ambos actores me resultan magníficas, especialmente Willem Dafoe, quien siempre me ha parecido un actor con una gran expresividad, y que siempre recordaré por su papel en "Platoon" de Oliver Stone y esa magnífica secuencia del Sargento Elias corriendo mientras le persiguen y disparan los soldados vietnamitas, terminando con ese plano rodillas en tierra y con las manos alzadas al aire que tantos carteles de ese film ha ilustrado y que es ya una imagen para la Historia del Cine con mayúsculas.

La forma de recrear la atmósfera, de introducir a los personajes y desarrollarlos, de fijar los detalles, los encuadres, la narrativa fílmica, incluso el desarrollo de la tensión en "El faro" es realmente meritorio.

Y sin embargo... En la balanza de mi criterio propio la película me parece sencillamente mala. ¿Por qué? Pues quizás es una sensación y gusto personal, pero el guión, el argumento y su contenido, me parecen según avanza la película no sólo enmarañarse en una madeja imposible e indescifrable, un sinsentido más allá de la fantasía que desemboca en una absurdo sin atractivo alguno, sino que en ocasiones en algunas escenas llega incluso a ser desagradable. No es terror, aunque lo pretenda, es náusea. Y yo, pues no puedo con eso. Me supera.

En resumen, que si la considero mala a secas, y no muy mala es precisamente por la impecable factura técnica e interpretativa. Creo que no existe película que me haya dejado tanto con esa sensación de ser a la vez una gran obra y un perfecto despropósito. Pesó más para mí el despropósito. Una lástima.