Al principio, para que mentir, fui poco partidario de dedicar mi tiempo a ver esta serie, la veía (según determinadas escenas) insípida y llena de tópicos, pero que grande fue que mi hermana me obligara a ver con ella la primera temporada completa.
Mi hermana ahora mismo tiene 13, supongo que está en la típica edad del pavo por la que todos hemos pasado, sin embargo, y sobre todo debido a que en mi familia siempre hemos sido amantes del cine por diferentes razones, creo que hemos conseguido inculcarle la capacidad de diferenciar algo decente de todo lo que vemos en cine y televisión.
El internado es una de estas opciones que tomo ella y que ahora mismo me sorprendió de manera gratificante. El internado es una serie repleta de tópicos, típicos estudiantes monos, colegio lleno de misterios, secretos escondidos, un oscuro pasado y decenas de habituales escenas que abundan en el cine y la televisión, pero... que yo sepa ninguno de ellos vuela en una nimbus 2000, o busca el tesoro de Billy el Tuerto y ni siquiera se dedican a buscar el significado de una determinada combinación de números tras un supuesto accidente aéreo.
El internado sabe llevar por buen camino los tópicos de los que bebe, el laberinto del fauno, el internado, los goonies, Harry Potter... son pequeños dejavus que surcan nuestras mentes a la hora de observar cada escena. Por ese mismo motivo, a la vez, recuerdas el mimo y el detalle con que trataban de cuidar cada escena en esas películas fantásticas, mimo y dedicación que muy pocas series españolas han conseguido plasmar
Repito, yo era de los primeros que se negaba a ver esta serie para adolescentes, pero ahora, retiro todo lo dicho al descubrir la cantidad de misterios que se ocultan tras las paredes de La Laguna Negra. Unas actuaciones mas que buenas contando con esos dos portentos que son Amparo Baró y Merlo, sin contar con las jóvenes promesas que no hacen nada mal su papel de estudiantes angustiados y ansiosos de descubrir lo que de verdad oculta el lugar donde pasan sus días. Una cuidadísima estética, desde la gran biblioteca hasta la cocina sin olvidarnos de los exteriores que derrochan fantasía y misterio por doquier. Un guión excelente (lo sé, los hay mejores, pero no se puede poner la metafísica de Aristóteles en una serie de corte familiar) y una banda sonora más que pasable hacen al Internado como el ejemplo de que la televisión española también sabe hacer buenas series de fantasía.
Hace años que una serie española no llega a engancharme tanto, y por favor, compararla con Perdidos o decir que Prison Break es la mejor opción... todos sabemos que ambas cuentan con grandes (que digo grandes, GRANDISIMOS) inversores y un presupuesto millonario para sacarlas adelante (sin contar menchardising y demás) cosa de la que el Internado y decenas de series españolas carecen, así que menos comparaciones y más sobrevalorar una de las pocas cosas bien hechas en nuestra televisión.