Darabont es un buen narrador. Su principal defecto es que el concepto síntesis no aparece en su vocabulario. Si la película durase solo dos horitas, que ya está bien, ganaría mucho. El planteamiento es simplón y maniqueo, pero estamos hablando de un kilométrico –casi 550 páginas en edición de bolsillo- cuento sobrenatural, así que eso va incluido en el kit. La historia es bonita, emotiva, aunque bastante inverosímil, incluso dentro del género fantástico; principalmente por el ambiente casi teatral que se recrea en la prisión.

Por otro lado, ¿a quién no le gustan los milagros? Y en cuanto a la interpretación de Hanks, pues no acabo de tenerlo claro, es un actor que a menudo no soporto pero que en otras ocasiones su cara de yerno perfecto encaja. No creo que en este papel esté especialmente desafortunado. Lo que sí me parece un despropósito es el largo e innecesario epílogo en el asilo. Pero bueno, son cosas mías.