"Toda gloria es pasajera", nos asegura el General Patton, haciendonos reflexionar sobre la ambición, el poder y el tesón; quizá tenga razón, lo que si es cierto es que el mensaje de ésta película sigue vigente cuarenta años después de su estreno en 1970.

Dirigida por Franklin J. Schaffner,dos años después de "El planeta de los Simios" y tres años antes de "Papillón" y rodada en su mayor parte en España, debido a los bajos costes y la fácil colaboración del ejército, obtuvo 7 Oscars, incluyendo el de mejor película, mejor director, mejor guión y mejor actor principal, con George C. Scott en el papel del General George S. Patton.

Es una cinta bélica, un "Biopic" sobre el trabajo y la propia vida del General en la II G.M. Se trata de un guión adaptado por Francis Ford Coppola y Edmund H. Nord, sobre las memorias del general Bradley y la biografía de Patton escrita por Ladislas Farago. En las memorias de Bradley se pueden leer discursos reales de Patton, que se muestran en la película.

Es un viaje que nos lleva desde Marruecos hasta todos los rincones de Europa, con el ejército liderado por Patton. Se desarrolla en base a dos caminos, la lucha estratégica y militar por la conquista de Europa y el devenir de la carrera militar de Patton llena de problemas políticos debido a su modo de ver la guerra y el ejército, a su particular vehemencia y a ser políticamente muy incorrecto.

El personaje toma forma, al contarnos como toma su inspiración en las grandes conquistas de la antigüedad; Cartagineses o Romanos, son la fuente de su inspiración militar y admira con devoción a personajes como Napoleón o Guillermo el Conquistador. Es ese guerrero anacrónico que desprecia la modernidad o la cobardía y defiende la valentía, la arrogancia y el honor sobre todas las cosas. Despierta más respeto que admiración entre sus soldados y sólo piensa en la victoria.

La contraposición que le da el equilibrio necesario al guión, nos la aporta el General Omar N. Bradley, interpretado magistralmente una vez más por el gran, Karl Malden.

Bien es cierto, que es una película excesivamente patriótica, (plena guerra de Vietnam), no cabe duda desde la primera escena, donde nos muestran una gran bandera americana que lo inunda todo, pero es mucho más que patriotismo exacerbado, es una buena historia, un gran personaje y dos actores memorables.

Digna de mención es la música de Jerry Goldsmith, que con partituras de orquesta, marchas militares y un tema principal muy efectivo nos aporta mucho más que un apoyo a las escenas y levanta con fuerza la historia en algún momento relativamente sosegado.

Y digo relativamente, porque a pesar de ser una película bastante larga, 169 minutos, no le sobra ni uno, tiene un sentido del ritmo espectacular y está dirigida con elegancia y precisión.
Muy recomendable.